Problema nacional. La mayoría considera que la corrupción ha crecido y es la principal preocupación en el interior del país. El 77% opina que la lucha contra este flagelo debe ser liderado por el mismo presidente de la República. Consideran que el gobierno de Alan García fue el más corrupto, seguido de Alberto Fujimori.,El 71% de la población estima que la corrupción se ha incrementado en los últimos cinco años, y sindica al Poder Judicial y al Congreso como las instituciones más deshonestas. Estas son algunas de las cifras que revela la X Encuesta Nacional sobre Percepción de la Corrupción presentada por Proética. La imagen es tan negativa que los consultados consideran que 77 de cada 100 congresistas y 72 de cada 100 jueces son corruptos. Esta sensación alcanza, además, al sector privado, pues colocan en el mismo saco a 71 de cada 100 empresarios. PUEDES VER Poder Judicial absuelve a César Acuña en caso ‘Plata como cancha’ El director ejecutivo de Proética, Walter Albán, remarcó que este sondeo –que se realiza cada dos años– permite apreciar que en el interior del país ven a la corrupción como el principal problema que deben enfrentar. En Lima es la inseguridad ciudadana. Mientras la percepción de la delincuencia como problema a nivel general ha bajado desde 2012, pasando de 63% a 57% este año; en el caso de las prácticas corruptas se ha incrementado en ese mismo período, de 47 a 52%. Sintomáticamente, la población señala que entre las instituciones menos eficaces en la lucha contra la corrupción están los partidos políticos, el Congreso, el Ejecutivo y el Poder Judicial. Más del 54% califican su gestión en este tema como mala o muy mala. Roba, pero hace obras El sondeo permite apreciar que la tolerancia a la corrupción política ha disminuido en comparación al informe anterior. Sin embargo, uno de cada cinco piensa que no se debe condenar a los funcionarios corruptos si hacen obras que benefician a la población El 50% rechaza rotundamente la corrupción en la política contra un 40% que respondió así hace dos años. Casi la mitad de la población opina que es necesario algo de corrupción para facilitar el crecimiento de la economía, así como para facilitar los trámites y procedimientos en las instituciones públicas. Y un 46% se mostró en contra de sancionar a los funcionarios deshonestos que hacen obras en beneficio de la población, es decir, la lógica de “roba, pero hace obra”. Infiltración en política Hay que destacar que el 68% considera que el crimen organizado está infiltrado en la política, y el 36% de ellos señala que se debe al financiamiento de las campañas políticas con dinero ilícito. Al respecto, el presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz, califica como grave que un 18% evidencia alta tolerancia en este tema y un 30% sea medianamente flexible. “Sumándolos estamos casi en el 50% que lo acepta. Y esto es sumamente grave si le agregamos el hecho de que hay una percepción de que el crimen organizado también ha penetrado profundamente en este sector”, enfatizó. La consulta muestra que el 35% de la población cree que el gobierno más corrupto ha sido el de Alan García, cifra que sube hasta 40% entre los más jóvenes (18-24 años). Le siguen en el ranking Alberto Fujimori (23%), Ollanta Humala (22%) y, curiosamente, el último en la lista es Alejandro Toledo (15%). “Estamos viendo que los líderes políticos del país están acusados de estar vinculados a casos de corrupción. Hace un mes, el New York Times publicó un artículo en el que se preguntaba: ¿el Perú necesita una cárcel especial para ex presidentes? Tenemos dos en prisión, uno con pedido de extradición y dos investigados, incluido el actual. Esto es una expresión de cómo la corrupción ha impactado en la clase política y sin embargo se considera un hecho inevitable y tolerable”, manifestó Ugaz. Falta liderazgo El 44% reclama que el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, lidere las tareas anticorrupción. Las tres principales demandas para enfrentar este flagelo son: incrementar las penas y sanciones, reformar el sistema judicial y mejorar la educación de valores en las escuelas. Sobre este último punto, la presidenta de la organización Empresarios por la Educación, Mariana Rodríguez, puntualizó que de poco o nada servirían cursos teóricos cuando en la práctica, en el día a día, se convive y se acepta la microcorrupción. Detalló que el semillero de la corrupción de alto nivel son los niños que están siendo educados con actitudes permisivas frente a temas diarios como pagar al tramitador para conseguir un brevete o suscribirse al paquete básico del cable, pero contar con todos los canales por haber sobornado al técnico. La microcorrupción La encuesta de Proética también evidencia que la población es menos crítica con la microcorrupción, que es la que se vive en el día a día. La tolerancia media y alta a este problema en el país llega al 72%. Es así que se mostraron parcial o totalmente de acuerdo con la posibilidad de que una autoridad elegida coloque simpatizantes poco calificados en puestos claves. También respaldaron que se pague una “propina” para evitar una multa o agilizar un trámite; así como piratear servicios públicos, sea agua, luz, cable o internet. Otro dato interesante es que la mayoría de los consultados asegura no haber pagado coimas, y los que sí lo hicieron detallaron que el soborno fue para un policía y en menor grado a un empleado municipal, para ser atendido en un hospital o en la escuela de sus hijos. El 45% de ellos expresaron que entregaron el dinero porque, de lo contrario, las cosas no funcionan. Un 41% lo hizo para evitar mayores sanciones. "La corrupción ha infiltrado la política" Walter Albán Proética Ha habido enormes niveles de corrupción sistemática, por la manera en que, alentada en mucho por la criminalidad organizada, ha penetrado a las diferentes instituciones del Estado. Y se ha generado una serie de mecanismos que impiden que esta corrupción pueda ser detectada oportunamente, investigada y que podamos limpiar las instituciones de este fenómeno tan negativo para el Perú. La política ha sido infiltrada por la corrupción y a través de ella se han generado formas más lesivas. Por eso es clave trabajar en las reglas que rigen la política y las elecciones, y ver cómo se financian los partidos; si no, poco es lo que podremos hacer para superar este problema. No vemos avances en la reforma electoral, sin embargo, no hay que bajar la guardia porque es la oportunidad de hacer algo para impedir que nos sigan robando el país. "Tiene altos niveles de tolerancia" José Ugaz Tenemos una muy mala percepción sobre la corrupción a nivel interno, que coincide con la forma en que nos ven en el exterior. En el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional, Perú sistemáticamente se ha movido entre los 32 y 36 puntos sobre 100. Ni siquiera mejoró con el gran esfuerzo anticorrupción para llevar a cabo los procesos sobre la época Fujimori-Montesinos. La diferencia que tenemos con España y Japón, donde hay significativos niveles de corrupción de la élite, es que la ciudadanía normalmente no participa y claramente percibe que la práctica corrupta es negativa. En nuestro caso, sumando la tolerancia alta con la media, tenemos un 63% de la población que tiene un amplio nivel de aceptación frente a estas prácticas. Solo un 15% tiene una clara actitud de rechazo a la corrupción.