Japón: niña muere de hambre luego de que su madre la dejara sola por más de una semana
Tras el macabro encuentro, los investigadores sospechan que la madre, Saki Kakehashi, de 24 años, abandonó a su hija para pasar tiempo con su novio.
Un nuevo caso de abuso infantil se registró en Japón. La autoridades de Tokio arrestaron a un mujer bajo la sospecha de abandonar a su hija de tan solo tres años durante una semana. Al no contar con alimentos, la menor habría fallecido de hambre.
De acuerdo a la información compartida por la policía japonesa, la mujer identificada como Saki Kakehashi (24) frecuentemente dejaba a su hija sola e incluso llegó abusar de la pequeña.
PUEDES LEER: Muere Mary Kay Letourneau, la profesora que violó a su alumno de 12 años con quien luego se casó
Los resultados de la autopsia a la menor arrojaron que la niña falleció a causa de la deshidratación severa y la falta de alimento. En tanto, su progenitora admitió las acusaciones y enfrentará los cargos.
Cabe mencionar que el caso se dio a conocer a las autoridades luego de que una amiga de la madre denunciara que Kakehashi “había salido de su casa durante varios días y que regresó tarde por la noche, dejando a su hija sin vigilancia”.
La policía viene investigando los hecho tras la muerte de la pequeña a causa del abandono de su madre.
Sobre ello, las autoridades encargadas de la investigación sospechan que la madre abandonó a la pequeña durante ocho días a principios de junio mientras visitaba a su novio en la prefectura de Kagoshima, ubicada en el suroeste de Japón.
Al llegar al casa, la mujer se dio cuenta de que su hija yacía acostada y no respiraba, por lo que llamó a emergencias, pero poco después, en el hospital, fue declarada muerta. Asimismo, se reveló que la niña tenía atrofia tímica, una condición que se evidencia en menores que han sufrido maltrato o que no han recibido el cuidado necesario.
PUEDES LEER: Colombia: joven quemó a su familia luego de que lo echaran de la casa por no desinfectarse
Luego de otros exámenes al pequeño cuerpo de la menor, los médicos se percataron de que su estómago estaba casi vacío y su pañal no había sido cambiado por mucho tiempo.
La mujer, que se había divorciado del padre de la menor, no esperaba que su hija muriera. Pensó que “estaría bien” durante los días que ella estuvo fuera. También declaró que la pequeña se había enfermado, pero no tenía dinero para llevar al hospital.
