El espeluznante caso de Samuel Little: el asesino en serie más letal de EEUU según el FBI
Samuel Little, un “psicópata carismático", actuó con impunidad durante décadas. Nunca mostró remordimiento por sus crímenes.
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El nombre de Samuel Little quedó marcado en la historia criminal de Estados Unidos. Condenado a tres cadenas perpetuas, el hombre confesó haber asesinado a más de 90 mujeres durante cuatro décadas, una cifra que lo ubica por encima de cualquier otro homicida convicto en el país.
El FBI verificó 50 de esos crímenes y advirtió que aún trabaja en otros 43 casos relacionados con sus confesiones. Su método de estrangulamiento dificultó durante años que las muertes fueran registradas como homicidios, lo que le permitió actuar con impunidad en distintos estados.
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El perfil criminal de Samuel Little
Nacido en 1940, Samuel Little acumuló más de un centenar de arrestos por secuestro, violación y robo a mano armada. Sin embargo, siempre conseguía recuperar la libertad. Fue en 2013 cuando la justicia de Los Ángeles logró condenarlo por el asesinato de tres mujeres cometidos entre 1987 y 1989.
En 2018, una prueba de ADN lo vinculó a la muerte de Denise Christie Brothers en Texas. A partir de ese hallazgo, el detective James Holland consiguió que hablara de sus crímenes y detallara cómo elegía a sus víctimas: mujeres pobres, afroamericanas, con adicciones o en situación vulnerable. Según el FBI, este perfil social facilitó que sus homicidios quedaran invisibles en expedientes clasificados como sobredosis o muertes accidentales.
“Lo creas o no, solo ves el mal unas pocas veces en tu carrera. Mirándolo a los ojos, diría que él era pura maldad”, declaró el detective Tim Marcia al New York Times.
El método del asesino: manipulación y estrangulamiento
El FBI, a través del Programa de Captura de Criminales Violentos (ViCAP), identificó patrones comunes en los homicidios de Little, vinculándolos con al menos 14 estados del país.
Su modus operandi seguía un esquema repetitivo:
- Se ganaba la confianza de mujeres vulnerables.
- Les ofrecía drogas o alcohol.
- Las golpeaba y luego las estrangulaba.
- Evitaba dejar señales evidentes como disparos o heridas punzantes.
Uno de los casos más reveladores fue el asesinato de Melissa Thomas, en 1996, en Luisiana. Little confesó que la joven, de 24 años, le preguntó si era un asesino serial mientras él tocaba su cuello. Esa pregunta lo enfureció y decidió matarla en un cementerio local.
La brutalidad de su fuerza quedó evidenciada en otra víctima, que sufrió la rotura de la columna vertebral tras recibir un golpe en el abdomen.
Samuel Little no tuvo ningún tipo de remordimiento
En 2019, el FBI confirmó que todas las confesiones de Samuel Little eran “altamente creíbles”. Lo más perturbador, según los investigadores, fue su memoria: recordaba nombres de calles, bares y la ubicación exacta de cuerpos enterrados décadas atrás.
Sin embargo, nunca mostró arrepentimiento. Los detectives lo describen como un “psicópata carismático” que narraba sus crímenes con entusiasmo, incluso entre risas. En conversación con la detective Crystal LeBlanc afirmó: “Dios me hizo de esta manera, entonces ¿por qué debería pedir perdón? Dios sabía todo lo que hacía”.
Antes de Little, el récord lo tenía Gary Ridgway, el “asesino de Green River”, con 49 homicidios confirmados. Con 50 víctimas comprobadas y más de 90 confesiones, Samuel Little quedó registrado como el asesino en serie más letal de la historia moderna de Estados Unidos.




















