Atención, inmigrantes en EEUU: ¿pueden los niños con ciudadanía estadounidense deportados regresar al país?
Legalmente, los niños nacidos en Estados Unidos tienen derecho a vivir en el país, pero miles de menores ciudadanos estadounidenses son expulsados junto a sus padres indocumentados cada año
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Cada año, numerosos niños nacidos en Estados Unidos son deportados junto a sus padres, pese a no haber cometido delito alguno ni enfrentar procesos judiciales. Aunque poseen ciudadanía estadounidense, su reingreso no es automático: deben enfrentar trámites legales complejos, falta de documentación y dificultades económicas. Grupos de derechos civiles denuncian que, en muchos casos, las autoridades no ofrecen opciones reales para que los menores permanezcan con familiares en el país.
Según NBC News, el caso de Denisse Parra Vargas, madre mexicana deportada con sus hijos, dos de ellos ciudadanos estadounidenses, ilustra cómo las familias pueden ser detenidas sin aviso ni posibilidad de tomar decisiones informadas. Aunque el gobierno afirma que los padres pueden decidir si los hijos ciudadanos se quedan, en la práctica muchas familias carecen del tiempo y apoyo necesario. Además, la retención de documentos como pasaportes o actas de nacimiento agrava la situación.
Trámites para que los niños deportados regresen a Estados Unidos
Para que un niño ciudadano estadounidense retorne al país, debe tener pasaporte válido. Si fue deportado sin este, la familia debe iniciar un proceso consular desde el extranjero que puede tardar semanas o meses y requiere la presencia de los padres y, en muchos casos, de un tutor en Estados Unidos. Además, los costos de trámites y viaje representan una carga para familias ya afectadas. ICE a menudo retiene los documentos, lo que retrasa aún más el regreso.
Incluso si logran la documentación, los menores deben volver acompañados por un adulto autorizado. Muchas familias no pueden costear enviar un tutor, y quienes tienen estatus legal temen salir del país por posibles complicaciones migratorias. Por ello, organizaciones como el Texas Civil Rights Project han pedido permisos humanitarios (“parole”) para ciertos casos, aunque este procedimiento es lento y reservado para situaciones excepcionales, como enfermedades graves.
Consecuencias de la deportación a los niños con ciudadanía de Estados Unidos
La deportación de niños ciudadanos junto a sus padres genera impactos que van más allá del retorno. Estudios muestran que entre 2000 y 2015 se duplicó el número de menores nacidos en Estados Unidos que viven en México, expuestos a pobreza, acceso limitado a educación y salud, y dificultades de integración escolar por falta de documentación.
Muchas familias optan por dejar a hijos mayores en Estados Unidos para que cuiden a sus hermanos y sigan estudiando, lo que crea nuevas dinámicas familiares no reguladas. La Comisión de Derechos Civiles de EEUU ha advertido sobre la fragmentación familiar resultante y exige mayor supervisión a ICE en casos de familias mixtas. También señala que la supuesta facilidad para que los niños regresen es una “ficción legal” alejada de la realidad que enfrentan estas familias.


















