Drones operados por cárteles mexicanos vigilan a la CBP en la frontera sur de EEUU: más de 155 mil vuelos detectados
Los drones son utilizados por los cárteles mexicanos para recopilar información en tiempo real sobre operaciones de seguridad de la CBP, facilitando el cruce ilegal de personas y el contrabando de drogas en la frontera sur.
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Desde febrero de 2022, las autoridades de seguridad en Estados Unidos han detectado más de 155 mil vuelos de drones provenientes de México, operados principalmente por cárteles mexicanos del narcotráfico. Estos dispositivos tienen como objetivo vigilar las operaciones de la Agencia de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP) y otras agencias que patrullan la frontera sur, especialmente en regiones de alto riesgo como el Valle del Río Grande en Texas. Gloria Chávez, jefa del sector Río Grande de la Patrulla Fronteriza, señaló que la mayoría de estos vuelos se concentran en el suroeste de Estados Unidos, con una intensa actividad en el sur de Texas.
Según Chávez, los drones no solo recopilan imágenes de los despliegues de seguridad, sino que también son utilizados para obtener información en tiempo real sobre los movimientos de las fuerzas del orden. Estos vuelos permiten a los cárteles identificar puntos ciegos y rutas de patrullaje, lo que les facilita coordinar el cruce ilegal de personas y el contrabando de drogas. En algunos casos, los drones han sido utilizados para transportar sustancias ilegales. Un caso reciente involucró un dron que transportaba más de siete libras de cocaína, mientras que en otros vuelos se han detectado metanfetaminas en la zona de Ciudad Juárez y El Paso.
Tácticas sofisticadas de los cárteles mexicanos: drones, inteligencia y contrabando
El uso de drones por parte del crimen organizado no se limita a la simple vigilancia; estos dispositivos también desempeñan un papel clave en la coordinación de actividades ilícitas. Los cárteles operan los drones con el objetivo de maximizar sus operaciones de contrabando, proporcionando a los traficantes información estratégica sobre las patrullas de la CBP y las posibles brechas en la seguridad. Esto permite a los grupos del crimen organizado ajustar sus movimientos y evitar la detección de las autoridades, facilitando el ingreso de personas y sustancias ilegales a Estados Unidos.
A pesar de que no se han registrado ataques directos con drones armados, la amenaza que representan estas aeronaves es evidente. Chávez expresó que los videos en los que se pueden ver drones volando cerca de las operaciones de la CBP y otros agentes de seguridad son una clara señal del riesgo que implica esta nueva táctica. La jefa de la Patrulla Fronteriza advirtió que el uso de drones plantea una amenaza no solo para los agentes de la CBP, sino también para la seguridad general de la frontera sur. En respuesta a esta creciente amenaza, la CBP ha invertido en tecnologías avanzadas de detección y replicación de drones para contrarrestar las operaciones del crimen organizado.
Reacciones ante la amenaza de los cárteles mexicanos
Frente a la creciente amenaza de los drones, la CBP ha reforzado su capacidad de respuesta con inversiones en tecnologías avanzadas de vigilancia. Estos esfuerzos incluyen la adquisición de sistemas que permiten detectar y neutralizar drones en vuelo, así como coordinarse con las autoridades mexicanas para interceptar vuelos sospechosos. “La inversión no se limita a drones. También se destinan recursos a reparar vehículos, sistemas eléctricos, luces y otros equipos logísticos”, explicó Chávez, quien también destacó la colaboración estrecha con el Departamento de Defensa, que se reúne cada ocho semanas para coordinar esfuerzos en el combate a las actividades ilícitas en la frontera.
Actualmente, más de 6,400 elementos de las fuerzas federales, incluidos soldados del Ejército y la Guardia Nacional, operan en la región fronteriza desde California hasta Texas. En Texas, la Guardia Nacional tiene desplegados cerca de 4,000 efectivos dedicados a la seguridad fronteriza. La coordinación entre la CBP y las fuerzas de seguridad federales ha sido clave para enfrentar el desafío de los cárteles, que utilizan drones de manera cada vez más sofisticada.