Departamento del Interior de Estados Unidos renombra el Golfo de México como el ‘Golfo de América’
El Departamento del Interior de EE UU. ha decidido renombrar el Golfo de México como el ‘Golfo de América’, una medida que ha generado controversia y debate en diversos sectores.

La decisión de renombrar el Golfo de México no es un hecho aislado. En el pasado, el presidente Donald Trump también tomó la decisión de rebautizar el Denali, el pico más alto de Norteamérica, como monte McKinley, a pesar de las objeciones de los senadores de Alaska. Este tipo de acciones ha suscitado reacciones tanto a favor como en contra, lo que refleja la complejidad de la identidad nacional y la historia de los Estados Unidos.
El cambio de nombre del Golfo de México a ‘Golfo de América’ se enmarca en un contexto más amplio de revalorización de los nombres geográficos en el país norteamericano, donde la política y la historia juegan un rol crucial en la percepción pública.
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¿Por qué el Departamento del Interior de Estados Unidos renombró el Golfo de México?
La decisión de renombrar el Golfo de México ha sido objeto de críticas y elogios. Algunos argumentan que este cambio es un intento de reafirmar la identidad estadounidense en un contexto global, mientras que otros lo ven como un acto de desconsideración hacia la historia y la cultura de las regiones afectadas. Los nombres geográficos en el gigante americano están marcados por cambios que escenifican las tensiones políticas y sociales del momento.
“Estos cambios reafirman el compromiso de la nación de preservar el extraordinario patrimonio de los Estados Unidos y garantizar que las futuras generaciones de estadounidenses celebren el legado de sus héroes y activos históricos”, señaló Trump.
El legado de Donald Trump en la nomenclatura geográfica
El presidente de Estados unidos ha sido una figura polarizadora en la política estadounidense, y sus decisiones sobre la nomenclatura geográfica no han sido la excepción. Al rebautizar el Denali como monte McKinley, el magnate desoyó las peticiones de los senadores de Alaska, quienes defendían el nombre original en honor a la cultura nativa y la historia del lugar.
Previo a su asunción, Donald Trump había expresado su intención de modificar el nombre del Golfo de México. Ante esta propuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que el Golfo de México mantendrá su denominación “para el mundo entero”, sin importar la orden de Trump de rebautizarlo como ‘Golfo de América’.
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La controversia del nuevo Golfo de México
Hasta el jueves por la tarde, las aplicaciones de mapas de Google y Apple continuaban utilizando los nombres antiguos para referirse a la montaña y al golfo. Los representantes de dichas plataformas no respondieron de manera inmediata a las consultas enviadas por correo electrónico.
Por su parte, un vocero de National Geographic, uno de los principales productores de mapas en Estados Unidos, detalló esta semana que la compañía no realiza comentarios sobre casos específicos y remitió las consultas a una declaración disponible en su sitio web. En esta se menciona que la empresa "procura mantenerse apolítica, consultar múltiples fuentes autorizadas y tomar decisiones independientes basadas en una investigación minuciosa".
Las reacciones ante el cambio de nombre del Golfo de México han sido variadas. Algunos sectores de la comunidad han expresado su apoyo al argumentar que el nuevo nombre refleja una visión más inclusiva y representativa de la identidad estadounidense. Por otro lado, expertos en historia y geografía han advertido sobre las implicaciones de estas modificaciones, sugiriendo que pueden llevar a una pérdida de la memoria histórica y cultural de las regiones afectadas.














