CCL cuestiona que el Estado no esté dispuesto a pagar más por ventiladores importados
Ni por concentradores de oxígeno. Según el gremio empresarial, el Estado, que ocupa el 75% de las compras, debería dejar de manejar precios históricos para que puedan vender sus equipos más caros, debido a la coyuntura.
La Cámara de Comercio de Lima (CCL) informó que la adquisición de dispositivos médicos del exterior ascendería a US$ 340 millones al cierre del 2021. Los ventiladores y concentradores de oxígeno son los productos médicos de mayor importación en el noveno mes del año, con avances de 70% y 90%, respectivamente.
Debido a la pandemia de la COVID- 19, en lo que va del año, se importaron concentradores de oxígeno por un monto US$ 37 millones, monitores por US$ 19 millones, ventiladores por US$ 17 millones y oxímetros por US$ 6 millones.
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“En esta coyuntura de crisis sanitaria, generada por la COVID-19, se observa que estas proyecciones van en línea con las cifras registradas a setiembre de este año, donde el valor importado de dispositivos médicos sumó aproximadamente US$ 250 millones”, explicó el presidente del Gremio de Salud (Comsalud) de la CCL, Sandro Stapleton.
Durante la quinta edición de la Convención Internacional de Productos para la Salud y Ciencias Afines - TECNOSALUD 2021, el especialista dijo también que, en relación a dispositivos como agujas, catéteres y cánulas, el monto importado ascendió a US$ 5 millones, mientras que los dispositivos de terapia de oxígeno reportaron US$ 3 millones.
CCL: El Estado no quiere pagar más
Del total importado de dispositivos médicos, el 75% va para el Estado. En ese sentido, las empresas proveedoras contratadas, debido al tema externo, están reportando problemas con estas entregas que, de no cumplir con las fechas programadas, pagarían una penalidad.
“Se hacen adquisiciones de cantidades que se usan en varios meses como si fuera una emergencia entregar todo el material de manera inmediata, pagando precios más altos cuando podrían programar una primera entrega de emergencia y las siguientes entregas mensuales, y así conseguir varios postores con mejores precios. Esto, además de generar sobrecostos innecesarios, crea posibilidades altísimas de corrupción”, reveló Stapleton.
No obstante, también criticó que el Estado, desde Essalud y Cenares, insista en comprar los equipamientos médicos a precios históricos, dejando poco margen de maniobra a los importadores para que puedan elevar sus precios en el mercado local.
“Muchos de los importadores han tenido que ajustar sus precios, pero han encontrado que, en el Estado, que es el principal comprador, insisten en trabajar con precios históricos, haciendo difícil incrementar el precio, quedando solo dos opciones: perder el margen de ganancia vendiéndolo todo hasta acabar el stock o simplemente dejar de vender”, finalizó.