Las pasiones de Giacomo Bocchio

Es uno de los personajes más aceptados de la TV peruana gracias al programa ‘El gran chef famosos’. Y es también un éxito en Youtube, con cerca de 600.000 seguidores que esperan sus secretos, sus preparaciones. Lo que no saben muchos es que le cuesta tomarse fotos como una estrella, no busca brillar, evita ser el centro de la atención.

“¿Fama?, ¿éxito? Depende, se mide diferente para cada uno. Poder vivir de hacer lo que a mí me gusta, eso es éxito. Lo que hice en mi canal de Youtube trajo consigo cierto reconocimiento. Y eso me llevó a un programa de televisión de señal abierta que funcionó, que fue una bola de nieve y creció, ¿no?”.

Le pregunto qué de nuevo aportó en Youtube donde ya hay otros espacios dedicados a la gastronomía. ¿Qué explica que la gente lo siga? Y responde que hay una gran diferencia. Dice que mientras otros ya hablaron “¡Uy, qué delicioso, ese es el saborcito, el no sé qué, él no sé cuántos!”, él da una clase completa de cocina.

“Yo no doy tutoriales ni entrego recetas. Le hablo a la familia, al que está interesado en aprender genuinamente, en tener cierta formación de cocinero profesional, a ese me dirijo… Yo entrego conceptos culinarios sólidos para que el cocinero amateur o profesional se vea realmente beneficiado por una clase de parte de un docente de cocina. Porque soy chef instructor certificado por la Academia Culinaria de Francia. Yo sé enseñar a cocinar”.

Su convencimiento no surge de la nada. Se siente chef y docente, sus dos pasiones, lo que le mueve a tiempo completo. Empezó muy joven de cocinero, a los 17 años. No hubo influencia familiar, pero hoy piensa que los oficios tienen un componente genético. “Vengo de una familia de restaurantero y cocinera como fueron mi abuelo y bisabuela en Tacna, y de mi abuela, profesora toda su vida”.

Terminó de estudiar en el Perú y de inmediato se fue al extranjero. Con pasaporte italiano podía irse a Europa, pero prefirió irse de aprendiz a Estados Unidos. “Acá en el Perú veía muchos cocineros que vivían muy ligeramente, buscando divertirse mas que aprender, yo entendí que en la etapa de aprendiz se debe buscar eso, aprender, y tuve la bendición de tener a un gran mentor, Jacques Benoit, y unos padres con los pies en la tierra que me enseñaron desde muy chico el valor del trabajo”.

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“Lo más parecido a lo marcial”

Bocchio, que trabajó con dos talentos de la cocina mundial como Alex Atala y Joan Roca, confiesa que aprendió muchísimo con ellos. “Son mentes especiales”, suelta para refrendar lo que dice. “Venía de trabajar muy fuerte en EEUU, con mucha disciplina y rigor, y cuando pasé a trabajar en España, con Joan, la verdad no sentí ese rigor pero sí el aprendizaje de una sensibilidad especial”. Hoy cree que la cocina es lo más parecido a lo marcial, donde hay jerarquías. “Si el chef te dice salta, tú no le preguntas ¿por qué?, tú le dices ¿qué tan alto, chef?”.

Sonriente y amable con los concursantes en el programa ‘El gran chef famosos’, Giacomo no tiene pelos en la lengua. Yo digo lo que pienso, sostiene. A los 39 años, no se marea. Acepta por ejemplo que no debió poner un restaurante, Manifiesto, tan joven, a los 26. “Me equivoqué en abrir el restaurante tan joven. Debería haber vuelto de mis pasantías en el extranjero y trabajar para un gran chef en Perú, como un Pedro Miguel, un Piqueras, un Gastón”. Era ya un buen cocinero, pero no un buen empresario.

Hoy domingo, a las 5 de la tarde, presenta su libro "Eleva tu juego culinario. Recetas para cocinar en casa como un profesional", en el Crisol del Jockey Plaza. Y tiene material listo para otros tres más.

Tiene mucho que aportar Giacomo Bocchio, el chef, el jurado del programa concurso, el apasionado por enseñar.