Domingo

El biógrafo de Musk

El veterano reportero Walter Isaacson recibió el encargo de escribir la biografía del famoso magnate sudafricano. Su relato habla de un hombre con dos personalidades: la del gran innovador y la del tipo detestable que tiene dificultades para controlar su temperamento.

Publicaciones.  Walter Isaacson ha escrito  las biografías de Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Henry Kissinger  y Benjamín  Franklin. Foto: La República
Publicaciones. Walter Isaacson ha escrito las biografías de Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Henry Kissinger y Benjamín Franklin. Foto: La República

Walter Isaacson es el nombre que se cuela junto al de Steve Jobs en la portada de la biografía súperventas del fundador de Apple, que está presente en todas las ferias del libro. Se trata del periodista que hizo el retrato más fiel del genio que transformó el mundo de la tecnología al acercar las computadoras a la cotidianidad de los hogares o diseñar los hoy indispensable smartphones.

Jobs lo eligió para contar su historia cuando ya le habían detectado el cáncer que acabó con su vida. Antes le explicó porqué lo había escogido a él. “Creo que se te da bien conseguir que la gente hable”, le dijo. Y vaya que lo hizo. Durante el tiempo que duró su investigación, Isaacson tuvo cuarenta entrevistas con Jobs y también habló con personas a las que el magnate había echado de su compañía, insultado o enfurecido. Hasta habló con una exnovia de Jobs que le contó que el empresario la abandonó embarazada a los 23 años.

En esa biografía no hay datos edulcorados sobre las pasiones o demonios del fundador de Apple. Y eso se debe a que el propio Jobs y su familia lo permitieron.

Isaacson, un hombre que empezó como reportero en el Sunday Times de Londres, llegó a ser presidente y CEO de CNN y editor gerente de Time Magazine, se ha especializado en las biografías de grandes personalidades vinculadas con la ciencia y la innovación. Precisamente, en 2004, cuando Jobs lo contactó por primera vez, estaba terminando un libro sobre la vida de Albert Einstein.

Su especialidad es esa. Y por eso recibió el encargo hace cuatro años de contarle al mundo quién es el controversial Elon Musk, el sudafricano que se mantiene al frente de empresas tan heterogéneas como Tesla, Neuralink, SpaceX y causa temblores en X, la red social de microblogging antes conocida como Twitter.

¿Cuánto acceso y libertad tuvo Isaacson para confeccionar el libro biográfico que esta semana fue lanzado en español por Debate?

El autor consigna en los agradecimientos de su libro que pudo acompañar durante dos años a Musk, que visitó junto a él sus fábricas y que pasó horas entrevistándolo, también pudo revisar correos electrónicos y mensajes de texto, además de charlar con los integrantes de la familia del magnate, incluido su padre.

El autor pudo conversar con Errol Musk, el severo padre del magnate sudafricano y quien moldeó su complicado temperamento. Foto: La República

El autor pudo conversar con Errol Musk, el severo padre del magnate sudafricano y quien moldeó su complicado temperamento. Foto: La República

Esa información es clave y parte del hilo del que tira el reportero para armar la historia del magnate. Uno de los datos que recoge Isaacson es que Elon Musk sufrió de acoso en el colegio. Fue atacado y golpeado por matones. Pero las llagas más severas fueron emocionales, y esas se las dejó su padre, Errol, “un ingeniero, un granuja y un carismático fantaseador que todavía sigue atormentando a Elon”.

Según Isaacson, en una ocasión, cuando el pequeño que sería dueño de Twitter fue golpeado ferozmente por unos abusadores, su padre se puso del lado de ellos y responsabilizó a su hijo por el ataque. “Tuve que aguantar una hora mientras me gritaba y me llamaba idiota”, le contó Musk al veterano periodista.

Todo esta severidad, cuenta Isaacson en su libro, le dejó al empresario una suerte de estrés postraumático que a su vez le generó “aversión a la Satisfacción”. Es decir, Musk no concibe la vida sin obstáculos y dificultades. “No puede saborear el éxito, es adicto al drama y al riesgo, lo que lo hace un líder difícil”, le dijo Isaacson al Wall Street Journal a inicios de semana.

No es extraño, por ello, que al final de su texto Isaacson tome distancia de la imprudencia e insensibilidad de Musk para con sus cientos de empleados. “A veces, los grandes innovadores son hombres-niños con una compulsión por el riesgo que se resisten a que nadie les enseñe a usar el orinal”, remata en su nueva publicación.