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ChatGPT: inteligencia futura

ChatGPT, un chatbot de inteligencia artificial que responde por escrito todas las preguntas o textos que se le pida, fue lanzado a fines del año pasado y está revolucionando la internet. Una herramienta que augura el futuro de la IA.

ChatGPT fue lanzado por OpenAI el 30 de noviembre de 2022 y en cinco días ya tenía un millón de usuarios. Foto: Entrepreneur India
ChatGPT fue lanzado por OpenAI el 30 de noviembre de 2022 y en cinco días ya tenía un millón de usuarios. Foto: Entrepreneur India

En la película “IA Inteligencia Artificial” (2001), dirigida por Steven Spielberg, hay una escena en donde el niño-robot protagonista tiene un encuentro con una máquina llamada Dr. Know, a la que se le puede hacer preguntas sobre cualquier tema. Un holograma respondía de inmediato la interrogante, citando datos y tratando de ser lo más explicativo posible. Y como cabía la posibilidad de nuevas preguntas, podía precisar aún más la respuesta. Ya existía internet, pero una herramienta como esa todavía era ciencia ficción. Ahora, pasados poco más de veinte años de ese filme, un sistema que puede hacer lo mismo ya existe y está en línea: ChatGPT, que funciona con inteligencia artificial, y está entrenado para sostener conversaciones, responder preguntas y generar el contenido que se le pida. Ha sido, según los expertos, el chatbot más potente del 2022 y “más elocuente que muchos de nosotros”.

ChatGPT (https://chat.openai.com) fue lanzado por la empresa OpenAI el 30 de noviembre de 2022 y cinco días después ya tenía un millón de usuarios. Este mes estaría llegando a los diez millones de cuentas. El secreto de su éxito ha sido la facilidad del diálogo que establece, su capacidad para explicar conceptos científicos, escribir guiones o emitir líneas de código de programación. Los internautas están fascinados con una herramienta tan sofisticada.

En la página web de OpenAI, presentan así a la actual sensación de la inteligencia artificial: “Hemos entrenado un modelo llamado ChatGPT que interactúa de forma conversacional. El formato de diálogo hace posible que ChatGPT responda preguntas de seguimiento, admita sus errores, cuestione premisas incorrectas y rechace solicitudes inapropiadas”. Lo mejor: hasta ahora la herramienta es abierta y gratuita, aunque más adelante habrá una versión profesional que tendrá un costo.

Sam Altman, actual CEO de OpenAI, creó la empresa junto al mediático Elon Musk en 2015. Desde entonces, ha lanzado distintos productos vinculados a la inteligencia artificial, de los cuales este chatbot ha sido el más exitoso. Está basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3, con más de 175 millones de parámetros, y entrenado con grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje, desde la traducción hasta la generación de texto. No tiene acceso a internet.

En chat.openai.com se puede interactuar gratuitamente con el chatbot.

En chat.openai.com se puede interactuar gratuitamente con el chatbot. Foto: Luke Baker

Si eres un estudiante puedes pedirle una redacción de mil palabras sobre un tema concreto, y la IA te la generará antes de que hayas tenido tiempo de abrir Google para buscar el primer concepto. Sin embargo, como cualquier modelo de IA, es posible que cometa errores en algunos puntos, por lo que todo lo que escribe tampoco hay que tomárselo como exacto”, señala el portal de tecnología Xataca.

Muchos usuarios han probado las competencias de este sistema y algunos han podido ponerlo en problemas. Pero la herramienta funciona bien en la mayoría de los casos.

IA del futuro

ChatGPT representa una tecnología completamente disruptiva, va a impactar en un montón de industrias y va a transformarlo todo”, dice el divulgador científico Carlos Santana, del canal de youtube Dot CSV. Eso porque con este avance, se pasaría de una IA que hacía tareas específicas a una IA que integra temas generales.

Empresas grandes como Google o Amazon tienen la capacidad para tener algo parecido a este chatbot, pero sus sistemas son tan potentes, tan sobrecargados de información, que temen ponerlos en un servicio abierto porque sería difícil controlar toda esa data para que hagan lo que se le ha pedido. “ChatGPT es impresionante porque han avanzado en controlar al genio dentro de la botella. Es un asistente que te ayuda. Y cuando no sepa algo te lo va a indicar”, explica Santana en un video.

Como toda inteligencia artificial, este chatbot aprende por entrenamiento y sigue aprendiendo en el intercambio con los usuarios. Esa suerte de “marcha blanca” que es el acceso libre y gratuito al sistema es la forma en que los desarrolladores de OpenAI recogen data para seguir entrenando a ChatGPT. Si por ejemplo, un usuario fuerza la herramienta, y hace preguntas sobre raza o género, y recibe respuestas estereotipadas, para la próxima vez podría obtener respuestas más coherentes. El sistema cada vez se hace más fino y preciso.

Sam Altman, CEO de OpenAI, y el cerebro detrás del éxito de ChatGPT.

Sam Altman, CEO de OpenAI, y el cerebro detrás del éxito de ChatGPT. Foto: David Paul Morris/Bloomberg

¿Cómo esta tecnología cambiará el futuro? ChatGPT puede escribir textos sobre cualquier tema, poemas, contratos, escribir lenguaje de programación y procesar toda la información solicitada. Si estuviera conectado a internet podría brindar nuevas prestaciones. Y Microsoft, que ha aportado US$1.000 millones a OpenAI, busca contar con esta tecnología para su buscador Bing. El cofundador de OpenAI, Greg Brockman, anunció una próxima versión del chat optimizada para uso profesional. “Ofrecerá límites más altos y rendimientos más rápidos”, escribió en un tuit.

Si una herramienta de este tipo puede conectarse con distintas bases de datos podrá realizar también tareas vinculadas con archivos de audio, imágenes y video. Hoy se desarrollan sistemas que trabajan con inteligencia artificial, como LamBDA que convenció a un ingeniero de que tenía conciencia, o Minerva un chatbot que resuelve problemas matemáticos. O Dall-E, otro producto de OpenAI, que crea imágenes a partir de descripciones textuales.

Empresas e industrias de cualquier rubro, y también desde el lado de la educación, tienen que incorporar esta tecnología. Sino quedarán desfasados”, dice Alonso Tenorio, profesor de la Universidad Nacional de Ingeniería.

Hay también temores respecto al futuro que se viene: la idea más recurrente es que la inteligencia artificial un día tendrá conciencia y entonces la raza humana estará en peligro. Un temor más realista es la desinformación que podrían crear sistemas que aciertan la mayoría de las veces pero siempre tienen margen de error. En el futuro de la IA, dicen los expertos, toda la interacción con las computadoras, será con voz, casi sin escribir nada. El cambio que se viene ya es irreversible.

Alonso Tenorio : “ChatGPT crea lo que estás buscando”

Alonso Tenorio es Ingeniero informático y docente UNI.

Alonso Tenorio es Ingeniero informático y docente UNI. Foto: Archivo

“Es un cambio generacional. Hemos estado acostumbrados a buscadores como Google o Bing, que solo te dan sugerencias de lo que buscas. Esta nueva tecnología incorpora inteligencia artificial y te da una predicción casi exacta de lo buscado. Por ejemplo, entras al Chat GPT y le pides que te prepare una rutina de ejercicios: con su motor y la IA desarrollada, ya no te da sugerencias sino que crea la rutina que estás buscando. Si lo llevas a otros ámbitos, le puedes decir: “quiero aprender a programar y quiero que me enseñes desde el nivel 1 a programar”. Y te va llevando de la mano. Considero que la industria, el sector educación, y diversas empresas, van a incorporarlo en su sistema porque da resultados precisos y optimiza el día a día laboral. Cuando uno hace una búsqueda, de una sugerencia automáticamente relaciona 60 mil palabras y redacta su respuesta. Lo sustancial de la IA es el aprendizaje y la predicción. Son los brazos que cualquier AI tiene. Este motor de búsqueda aprende del usuario y logra ser muy preciso en sus predicciones”, opina Alonso Tenorio, ingeniero informático y docente UNI.

Erick Iriarte: “Una tecnología con más preguntas que respuestas”

Erick Iriarte es docente en Derecho Digital.

Erick Iriarte es docente en Derecho Digital. Foto: Archivo

“La inteligencia artificial es creada o programada por humanos y ese es un elemento a considerar, porque a veces parece que la IA es una suerte de invención mágica que no tiene fallas. Y es que la construcción hecha por humanos tiene su impronta, sus prejuicios, sus taras. Un ejemplo: cuando se hizo herramientas de reconocimiento facial o de personas, los instrumentos de comparación era la piel del programador y el sistema tenía un patrón basado no en un punto neutro sino en un punto de referencia. Y generó resultados que afectaban a determinadas personas. Esta herramienta -ChatGPT- ha mejorado mucho la interacción o resultados, basada en acceso a mucha información. Lo que hace es tabular mucha data y tratar de dar la respuesta más precisa posible. Pero con esta tecnología hay todavía más preguntas que respuestas. Es claro que el avance de esta herramienta es impresionante. Pero la inteligencia artificial es un robot, un instrumento para facilitar la vida de los seres humanos. Mejora patrones, pero siempre tiene un referente último que es la persona humana”, opina Erick Iriarte, docente en Derecho digital.