Domingo

¿Qué tan peligrosas son las coinfecciones?

Son más comunes de lo que imaginamos. Las coinfecciones se originan cuando nos infectamos con dos agentes patógenos diferentes. La llamada flurona se da por el contagio de SARS-CoV-2 y el virus de la influenza. La mejor forma de protegernos es vacunarnos.

La 'flurona' despierta alarma en la población.
La 'flurona' despierta alarma en la población.

Ernesto Gozzer

Médico especialista en salud pública

«Flurona no es una nueva enfermedad»

Flurona no es una nueva enfermedad, ni un nuevo virus, ni una nueva variante, sino un término periodístico que se refiere a una coinfección ya conocida. Para establecer que una coinfección causa complicaciones o muertes, se requiere de evidencias científicas. Un estudio publicado en diciembre de 2021 concluye que la “coinfección con SARS-CoV-2 e influenza no tuvo efecto en la mortalidad general”. La coinfección consis- te en la presencia -al mismo tiempo- de dos o más microbios patógenos en una persona. La mayoría de las veces, uno de los microbios prevalece y no genera complicaciones. Por ejemplo, cuando una persona con tuberculosis se resfría, coexistirán en ella una bacteria y un virus. Pero en otras, la coinfección puede generar efectos negativos, como sucede en algunas coinfecciones de VIH con otros microbios. Desde que empezó la pandemia, en el mundo se ha reportado coinfecciones de COVID-19 con parásitos, bacterias y virus. En el Perú también se ha publicado estudios de coinfección con influenza y dengue. Es importante, especialmente en tiempos de emergencia sanitaria, evitar el uso de términos que pueden causar alarma innecesaria.

Valerie Paz-Soldán

PhD en Salud Pública

«Vulnerables: los mayores y los no vacunados»

¿Coinfecciones con COVID? ¿Flurona? ¿Me debo preocupar? Flurona (‘flu’ por gripe en inglés y ‘rona’ por coronavirus) no es una variante nueva del SARS-CoV-2 más bien es tener gripe (influenza) y COVID a la vez. Ambas enfermedades afectan el sistema respiratorio y es probable que algunos lo hayan tenido sin saberlo. Solo se confirma si se realizan pruebas diagnósticas para los dos virus, lo cual no se hace a menudo. Para los casos que se han confirmado, sabemos que los que se complican severamente son las personas más vulnerables: los mayores, los que tienen comorbilidades y los no vacunados. Lo bueno es que hay vacunas para la gripe y la COVID, y además consideremos que las medidas que uno toma para protegerse de un virus (mascarillas, ventilación y lavado de manos), nos protege del otro. También es importante mencionar que, en este momento, por la alta transmisión de ómicron, si alguien tiene síntomas de infección respiratoria con o sin fiebre, debe aislarse. Uno tiene que asumir que probablemente sea COVID y tomar acciones para proteger a su entorno. ¡Vacúnense!

Juan More

Miembro de la American Society for Virology

«No debería causar mayor preocupación»

Una coinfección se refiere a la infección simultánea de un individuo con dos o más agentes patógenos. Aunque las coinfecciones para muchos pueden sonar algo raro y a la vez terrible, son más comunes de lo que se escucha. Estas pueden darse en pacientes con enfermedad leve, pero cobran mayor relevancia cuando el individuo tiene alguna condición subyacente. En el contexto de la pandemia por la COVID, las coinfecciones con otros patógenos bacterianos, virales y fúngicos se han descrito desde el inicio de la aparición del SARS-CoV-2. Para nada son algo nuevo. Se han dado coinfecciones con varios virus, de los cuales rinovirus, influenza y enterovirus suelen ser los más comunes. Algunos incluso han optado por acuñarle nombre a la ocasionada por SARS-CoV-2 e influenza, la (mal) llamada flurona. No debería causarnos mayor preocupación, y debemos recordar que la mejor forma de protegernos es vacunarnos. Afortunadamente, tenemos vacunas contra los virus de influenza A estacionales como la H3N2 (actualmente descubierta en Loreto), vacunas ampliamente estudiadas y que reducen el riesgo de que desarrollemos una enfermedad severa difícil de manejar.