Cicatriz en el Bosque
Como si se tratara de invasores o traficantes, el Gobierno Regional de Pasco decidió instalar tuberías, sin autorización, en un bosque protegido en las selvas de Oxapampa.
Quienes administramos un área de conservación privada siempre estaremos amenazados por invasores, traficantes de tierras... pero jamás imaginé que nuestro propio gobierno regional sería el que invadiría y destrozaría el bosque”, dice indignado Eduardo Jackson, propietario del ACR Bosques de Churumazú.
El pasado 11 de octubre, Jackson se encontraba en Lima cuando recibió una llamada urgente desde su fundo ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Oxapampa, Pasco: un numeroso grupo de trabajadores había ingresado clandestinamente al área natural protegida, talaron árboles y cavaron una zanja para la instalación de tuberías.
Qué verde era mi valle. El ACP se creó para proteger un ecosistema en peligro.
Jackson interrumpió sus diligencias en Lima y retornó a su fundo, donde comprobó, con imágenes satelitales, que la zanja excavada tiene aproximadamente una longitud de 545 metros lineales y afecta tanto la zona de uso limitado y la zona de uso múltiple del área reservada, así como la zona de protección X que se encuentra dentro del predio.
“Destrucción oficial”
El asombro de Jackson fue mayor cuando comprobó, por versión de los propios invasores, que se trataba de trabajadores contratados y supervisados por la Unidad Ejecutora Pasco Selva Central del propio Gobierno Regional de Pasco. Ellos ingresaron, sin los permisos respectivos, para excavar zanjas profundas con la intención de instalar una tubería de agua que pertenece a una obra pública que se viene construyendo en el vecino distrito de Chontabamba (ver mapa ubicador).
La denuncia de Jackson fue comprobada por inspectores del Serfor (Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre) y ya existen denuncias ante el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría General de la República. Lo patético fue la reacción de los funcionarios del Gobierno Regional de Pasco, quienes reconocieron “haber cometido errores”.
Sin embargo, este hecho ya puso sobre alerta a los miembros de la Red de Iniciativas de Áreas de Conservación de Oxapampa (Riaco) y a los asociados de la Red Nacional de Conservación Comunal “Amazonía que Late”, quienes se reunirán el próximo 18 de noviembre para evaluar el atentado.
El Área de Conservación Privada Bosque de Churumazú fue reconocida en el 2017 por el Estado Peruano mediante RM n.° 330-2017-MINAM. El ACP se alza como una isla de bosques nubosos en medio de la grave destrucción del entorno natural de Oxapampa, producida por la creciente urbanización y el avance de la frontera agrícola.
Jackson reveló que las obras irregulares iniciadas por la Unidad Ejecutora Pasco destruyeron el sendero principal del ACP, y otros caminos utilizados para el monitoreo de flora y fauna. “La tierra y las piedras que han sido extraídas durante la excavación de la zanja han sido arrojadas sin ningún control hacia los lados y hacia abajo de la ladera, sepultando tramos de los senderos y destruyendo un mirador”, detalló. La invasión también afectó las raíces de varias especies de árboles protegidos.
“El basayo forma parte del programa Reforestamos por Naturaleza que tenemos con la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), a través de su iniciativa Conservamos x Naturaleza. Estos árboles han sido apadrinados por el público que apoya las iniciativas de conservación voluntaria en el Perú”, añadió Jackson. Por si fuera poco, las zanjas abiertas como cicatrices en medio del bosque provocaron la suspensión de la actividad turística (observación de aves, caminatas) afectando gravemente la sostenibilidad financiera del ACP Bosques de Churumazú.