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El médico afroperuano de la Independencia

José Manuel Valdés fue el primer médico afroperuano de nuestra historia y un prócer de la Independencia. Contribuyó con sus acciones a consolidar la incipiente República, y dejó una obra científica y literaria que espera ser revalorada.

José Manuel Valdés apoyó la causa independentista y superó barreras y prejuicios coloniales.
José Manuel Valdés apoyó la causa independentista y superó barreras y prejuicios coloniales.

Era 1821. El general José de San Martín hacía campamento en Huaura, sitiando Lima, y debió sufrir la inclemencia de las enfermedades. El cólera y las tercianas hacían mella en el Ejército Libertador. En esas circunstancias, muchos de los médicos que acudieron a atender a los patriotas fueron profesionales del entonces Colegio Real de Medicina de San Fernando.

Uno de los maestros de ese centro de estudios era José Manuel Valdés, el primer médico afroperuano de nuestra historia. Un caso único para la época, pues en la Lima virreinal era imposible que un ciudadano no español o criollo de la élite pudiera ejercer como tal. Valdés, además de vencer barreras sociales y prejuicios raciales, respaldaba la causa libertaria.

En el artículo histórico Los médicos próceres de la independencia del Perú, del también médico Oscar Pamo Reyna, nuestro personaje es citado como contertulio de los conspiradores de la causa libertaria, junto a Hipólito Unanue, José Pezet, Gabino Chacaltana y José Gregorio Paredes, todos ellos maestros de la casa sanfernandina.

Más allá de su activismo patriótico, José Manuel Valdés era un médico y científico erudito, con un conocimiento vasto de las epidemias, además de ser un consumado escritor y poeta. En 1827 escribió una documentada Memoria sobre las enfermedades epidémicas que se padecieron en Lima el año de 1821, estando sitiada por el ejército libertador, en donde describe los males que atacaron a los limeños, a las tropas patriotas y a las realistas.

La historiadora Carmen Mc Evoy sitúa a Valdés primero en la línea de apoyo a los expedicionarios de San Martín, que morían en Huaura por las pestes. “Debe ser reivindicado como científico y hombre que edifica la República”, dice.

El propio San Martín reconoció recién proclamada la Independencia el apoyo de Valdés otorgándole la Orden del Sol. Además fue designado médico de cámara del Gobierno. “Cuando San Martín fundó la Sociedad Patriótica en Lima el 10 de enero de 1822, incorporó a (Hipólito) Unanue como vicepresidente y como miembros a (los doctores) Tafur, Paredes, Devoti y Valdés”, señala Oscar Pamo Reyna en su artículo sobre los médicos próceres.

Como literato escribió una “Oda dedicada al Libertador San Martín” (1821) y “Oda dedicada a Simón Bolívar” (1825), entre otras. Para el escritor Juan Manuel Chávez, anfitrión del conversatorio Rescate Bicentenario, “Valdés es un humanista que ejerce la medicina. Encarna la visión renacentista del ser humano enclavado entre el siglo XVIII y XIX”.

Nacido en 1747, hijo de un músico indígena y una esclava liberta, Juan Manuel Valdés constituye un caso excepcional de movilidad social en la Lima del fin de la Colonia. Fue diputado tres veces, protomédico de Lima (formador de médicos) y un ciudadano respetado en la ciudad hasta su muerte en 1843.

Afroperuanos en armas

La presencia afroperuana también puede hallarse en el campo de batalla. Por ejemplo, Cayetano Quirós, que antes de la llegada de San Martín se dedicaba al bandolerismo, se unió al ejército libertador y operó con una partida de 200 hombres entre Ica y Huancayo. Según el general patriota Guillermo Miller, qe llegó a tenerlo bajo su mando, “era la más atrevida y la más temible de las montoneras”.

Quirós cayó en manos realistas en Ica después de varias victorias y fue fusilado el 5 de mayo de 1822. El general San Martín reconoció su valor: “Los Brabos (sic) servicios que […] ha rendido a su Patria”.

En la independencia también hubo batallones conformados por afroperuanos. Cuando San Martín desembarcó en Pisco muchos esclavos de las haciendas cercanas -unos 600- se escaparon y unieron a la causa. Entre ellos han quedado en los libros de historia, Ildefonso, que se convirtió en espía de las fuerzas patriotas y fue descubierto y asesinado; y un batallón conocido como “Los Infernales”, por su bravura y sus uniformes de color rojo. Miles de afroperuanos lucharon por su libertad individual en esos años y, al mismo tiempo, por la libertad de todos los peruanos.

Bachiller en Comunicación Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Periodista del Suplemento Domingo de La República desde 2003, donde también realiza labores de subeditor. Antes trabajó en el diario El Mundo. Mención honrosa del Premio Salwan 2014. Escribe crónicas y reportajes de actualidad y cultura. Ha realizado coberturas periodísticas en el país y el extranjero.