La tragedia del Cerro San Cristóbal ha revivido una discusión empolvada: ¿Lima, una ciudad donde el 75% de su población se moviliza en transporte público, necesita implementar una red de teleféricos? Por ahora tres proyectos son solo bocetos engavetados.,Tras el vergonzoso e infantil episodio donde la Municipalidad del Rímac y la comuna limeña se culparon entre sí por la responsabilidad del bus caído en el Cerro San Cristóbal y que dejó diez muertos y 57 heridos, una obra sepultada por la Municipalidad de Lima, en el actual mandato de Luis Castañeda Lossio, fue exhumada: el Teleférico de Lima. PUEDES VER Municipio de Lima: Clausuran cuatro almacenes clandestinos de balones de gas Presentado en setiembre de 2008, el medio de transporte que iba a conectar el Parque de la Muralla y el Cerro San Cristóbal e iba a beneficiar a 400 mil personas se anuló en marzo de 2015, luego de transitar por tres periodos municipales, y el visto bueno del INC por tratarse de un patrimonio cultural. La razón que adujo la comuna: la empresa encargada de la construcción, Operadora de Teleféricos SAC, no cumplió con pagar la garantía de US$ 600 mil. Esteban Moscoso, gerente general en cuestión, afirmó lo contrario. Pero el tema quedó resuelto. Augusto Rey, regidor de Lima y entonces asesor de la gestión de Susana Villarán, es firme en su análisis: "Se privilegió una decisión de carácter político mas no de ciudad". El municipio al que hemos llamado con insistencia ha optado, a la usanza de su máxima autoridad, por el mutis. Ahora bien, el Teleférico de Lima estaba orientado hacia un costado turístico. Su precio (un sol cincuenta más barato que las coasters que suben a las faldas del San Cristóbal) e infraestructura así lo indicaban. -Como un componente de Río Verde, constituía una intervención turística y de regeneración urbana. Existía una propuesta de patios de comida e incluso de Museo de Sitio, dice Rey. Asoma, sin embargo, un punto debatible: ¿era prioritario un teleférico turístico en esta Lima de viaductos y bypasses, donde la gente de las laderas tarda horas en llegar a su destino? Pablo Vega Centeno, urbanista y director del Centro de Investigación de la Arquitectura y la Ciudad (PUCP), sostiene que las necesidades de la población deben primar, y que el turismo es un añadido. Cita, cómo no, al Metrocable de Medellín, primer caso de una ciudad en el mundo que implementó un sistema de teleféricos como medio de transporte a tiempo completo, en agosto de 2004. -Medellín era la última ciudad en el mundo para visitar hace 30 años. Sin tener la décima parte del patrimonio de Lima, su turismo creció porque la gente valora una ciudad que trabaja para integrarse socialmente. El urbanista Wiley Ludeña, director de la revista Urbes, es más radical inclusive. -Todo aquello que se somete a la lógica de la turistificación termina mal. En París o Madrid no hay un barrio turístico. La sociedad sigue palpitando como tal. Ese es su encanto. Al margen de ello, los teleféricos son una opción de movilidad rápida, cómoda (si se hace mediante una asociación público-privada) y ecoamigable (no libera dióxido de carbono) para las zonas altas de Lima que no hemos contemplado con la seriedad debida. He ahí el fondo del asunto. Teleféricos sociales En el gobierno pasado, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento lanzó el programa Nuestras Ciudades con un propósito claro: mejorar la calidad de vida de las urbes. Incluía cuatro brazos principales. Uno de ellos: el Proyecto Teleféricos. Unir Independencia y San Juan de Lurigancho (Lima Norte) y El Agustino con Santa Anita. Sonaba ambicioso. El Teleférico Lima Norte, que cruzaba seis kilómetros en 25 minutos, fue el que más avanzó. La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) estuvo a cargo de la licitación. Lamentablemente solo se presentó un postor que demandaba gastos mayores a los previstos. Alrededor de 305 millones de soles que superaron en un 10% el monto de viabilidad autorizado: 275 millones aproximadamente. Francisco Dumler, entonces Ministro de Vivienda y hoy vicepresidente del grupo Invertir, lamenta el hecho. -Preferible hacer bien las cosas que después hacer adendas. Mejor suspendes el concurso, rearmas el expediente y vuelves a convocar. -¿Y por qué no se volvió a someter a concurso la obra? - Es una decisión estrictamente política. El actual Ministerio de Vivienda se ha focalizado en el agua en desmedro de otras problemáticas, como el desarrollo urbano. Además, calza lo que en política pública llamamos la teoría del gasfitero: romper todo lo hecho. El teleférico que conectaba El Agustino con Santa Anita en quince minutos, beneficiando a 24 mil personas, quedó en cola. No tuvo tiempo de ser revisado. Como un proyecto de Huaycán. En noviembre de 2016, Edmer Trujillo, Ministro de Vivienda de aquellos días, anunció que la obra pasaría al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. De ello casi nueve meses, prácticamente un año. Fuentes actuales de Vivienda informaron que le corresponde al MTC presentar el proyecto de ley que crea el sistema de transporte de pasajeros por cable a la Comisión de Coordinación Viceministerial. Nos comunicamos en reiteradas veces con el MTC pero no hubo respuesta. "Pavimentar cada kilómetro es inviable. No se le puede poner pistas a todos los cerros de Lima", anota Francisco Dumler. Para Pablo Vega Centeno es cuestión de la variable costo-beneficio. -¿Cuánto costó el by-pass de 28 de julio? Esos 70 millones han terminado siendo un elefante blanco que no ha mejorado la relación de la población con su ciudad. Tan sencillo como eso. Liderazgo mudo ¿Cómo se está transformando Lima? ¿Cuál es la visión de ciudad que queremos? La actual gestión de Luis Castañeda Lossio no solo anuló el Teleférico de Lima. Además desactivó el Plan de Desarrollo Urbano al 2035 que contenía 200 proyectos para convertir a la capital en un lugar ordenado, moderno y sostenible. En octubre del año pasado se realizó la Conferencia de Hábitat 3, en Quito, promovida por la ONU. Asistieron alcaldes de Colombia, Argentina, Brasil. A nivel local, algunos alcaldes distritales, como el de San Borja. ¿Quién se ausentó? El alcalde provincial de Lima, precisamente. "Son aspectos que se discuten a nivel mundial. Lima adolece del largo plazo. Solo tiene medidas efectistas", reclama Vega Centeno. Augusto Rey, por su parte, exige un mayor liderazgo y que el tema se ponga en agenda cuanto antes. -No hay tema más de ciudad que el transporte urbano. Si la Municipalidad de Lima no se ocupa de ello abdica una de sus funciones esenciales. Me gustaría ver un alcalde con voluntad de tomar riesgos. Un municipio que no apuesta es mediocre. Lo más próximo que Lima ha estado de tener un teleférico fue un funicular que conectaba Barranco con los Baños de Barranco a fines de siglo XIX. Cerrado en 1976, en el 2014 se anunció su reactivación y puesta en valor. Sí, formaba parte del Proyecto Teleféricos. Francisco Dumler acota: "No se pudo concretar. Y luego no le dieron continuidad". Más allá de la tragedia, turísticos o no, la metrópoli urge de teleféricos para unir a Lima con sus quebradas. No hay tema más de ciudad que el transporte urbano. Si la Municipalidad de Lima no se ocupa abdica una función esencial”.