Real Madrid, el multicampeón de la Champions League que presume de su mística en el torneo

Real Madrid es sinónimo de Champions League. No hay otro equipo en la historia del torneo que conozca de más noches inolvidables que el elenco español, no solo por todas las finales ganadas (13, récord absoluto), sino también por los partidos en los que se hizo fuerte ante la adversidad. Partidos, por ejemplo, como el que perdió el último martes ante Chelsea, a pesar de lo cual el público presente en el Bernabéu celebró tras el pitazo final y aplaudió la reacción de sus jugadores.

El conjunto de Carlo Ancelotti se iba eliminado hasta el minuto 80 con el (a priori) inesperado 3-0 que le endosaba el cuadro blue en el mismísimo Santiago Bernabéu. Superado tanto en el trámite de juego como en el marcador, al Madrid lo podía salvar solo un milagro, el cual llegó en forma de un mágico pase de Luka Modric que Rodrygo cambió por el 3-1 que forzó el alargue.

Ya en el tiempo extra, los ingleses no pudieron mantener el ritmo que mostraron en la etapa inicial y un Karim Benzema que no había aparecido en el tiempo regular emergió en el momento preciso para sellar la derrota más festejada por la afición blanca en mucho tiempo: un 2-3 que les dio la clasificación para semifinales por mejor marcador global.

Apenas hace un par de semanas, el propio ‘Gato’ fue el protagonista de una gesta todavía más épica, aquella vez sí en forma de triunfo. El rival entonces era el PSG, cuya estrella Kylian Mbappé amenazaba con dejar fuera al cuadro blanco al convertir el 1-0 parcial para los de Pochettino, el cual, sumado al 1-0 en París, ponía 2-0 a su favor el global.

Sin embargo, nada más alejado de la realidad. El artillero francés lideró la remontada con un espectacular triplete, para el cual contó con el apoyo de toda la afición madridista, pero también con la complicidad del portero Donnarumma en forma de un imperdonable blooper. Con cada tanto del goleador, la presión del público se hacía más fuerte sobre los jugadores parisinos, que terminaron por sucumbir al recibir el inapelable 1-3.

La mística del Real Madrid de vuelta

Un factor común en ambos encuentros es que en los dos el Real Madrid fue superado por su rival durante la primera parte. Sin embargo, las situaciones que para cualquier otro equipo habrían significado un golpe decisivo fueron más bien como el combustible que encendió el fuego de la rebeldía en los jugadores merengues.

Solo así se explica cómo 30 minutos fueron suficientes para que el conjunto español marcara los tres goles que necesitaba ante el Paris-Saint Germain, y cómo a falta de 10 minutos encontraron el tanto necesario para que el Chelsea no los eliminara pese a haberlos sometido en los 80 anteriores

‘Mística’, ‘jerarquía’ (algunos incluso lo llaman ‘suerte del campeón’) son términos que tratan de definir este rasgo que parece formar parte del ADN madridista, porque muy pocos equipos consiguen ganar una final de Champions por 4-1 después de ir perdiendo 1-0 hasta los 90 minutos (2014) o hacerlo tres veces seguidas (2016, 2017, 2018) con muchos partidos memorables en cada edición.