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Stefano Peschiera: Capitán con destino a Tokio

Entrevista. Al velerista Stefano Peschiera no le asusta la responsabilidad de ser el primer peruano clasificado a Tokio; por el contrario, lo motiva representar a nuestro país en un evento al que llega con sed de revancha.

Fue el primer peruano clasificado a Río 2016 y ahora repite la misma hazaña para Tokio 2020, además de ser el abanderado que encabezó la delegación peruana en Lima 2019 y el primer atleta nacional en ser convocado para el prestigioso Team Visa, que reúne a destacados deportistas de todo el mundo. Estos son hechos que demuestran un rasgo fundamental de la personalidad de Stefano Peschiera, siempre liderar en cada aventura que se proponga. Con una mejor preparación y una nueva manera de afrontar este reto olímpico, el velerista peruano no ve lejanas las posibilidades de volver a casa con una medalla.

Stefano Peschiera y su sentir al ser incluido en el Team Visa.

¿Cómo nace tu pasión por la vela?

Empece a navegar desde los 5 años, vengo de una familia que practicaba este deporte, pero soy el único que lo ha practicado a nivel profesional. También hice fútbol hasta los 12 años, pero me incliné a la vela porque quería seguir representando al Perú y asistir a unas olimpiadas.

¿Qué sensación te deja representar al Perú?

Desde chico vengo representando al Perú, cada vez se ha vuelto algo del día a día, pero siempre es la misma pasión por la bandera y por el país. Para mí es un honor.

Siendo el primer peruano clasificado y abanderado en Lima 2019, ¿eso te da una responsabilidad extra?

Siento mucha responsabilidad, pero creo que estoy preparado para afrontarla, para dejar el nombre del Perú en alto. Estoy muy emocionado, con un poco de nervios, pero he estado en eventos tan importantes, Juegos Olímpicos, así que sé cuál es la presión y cuál es mi rol como deportista.

¿Cómo va la preparación para Tokio 2020?

Siempre vamos mejorando y evaluando, soy relativamente joven, así que sigo conociéndome a mí mismo en el día a día y adaptándome a los cambios de acuerdo a cómo me siento y a lo que es mejor para mi desempeño. La conclusión a la que llegamos sobre mi preparación es una especie de híbrido, un tiempo en Perú y un tiempo afuera, priorizando el físico y las horas tácticas en el agua.

¿En cuántos torneos participarás antes de Tokio?

Me quedan 3 competencias, 2 son en Europa. El 13 de marzo en España, luego en Francia, estos dos son importantes, ya que la mayoría de los atletas que estarán en Tokio estarán ahí. La tercera es la final del circuito mundial que será en Hiroshima, donde será la sede de vela en Tokio. Después vuelvo a Perú para seguir preparándome y relajarme un poco.

¿Qué tan importantes son las canchas en el desarrollo del deporte? ¿Hay buenas canchas en Perú?

Ya he estado 4 veces en la cancha olímpica de Hiroshima. Tratamos de ir en la misma época de los Juegos, pero años antes para probar las mismas condiciones. Las canchas en el Perú podrían ser parecidas, depende de dónde sople el viento, aunque siempre es mejor probar las canchas olímpicas. En Japón hay un poco más de olas que en la bahía de Paracas.

¿Cuáles son tus expectativas para Tokio? ¿Vas por la medalla?

Veo la posibilidad de ganar una medalla, tengo el talento y el potencial para conseguirlo. El año pasado tuve una reunión con la gente del Team Visa, soy el primer peruano en ser parte, y tuve la oportunidad de toparme con muchos atletas que ya tienen medallas olímpicas. Compartir mis experiencias con deportistas como Noah Lyles y Simone Biles es algo muy positivo para recabar métodos de hacer las cosas en pos de una medalla.

El grupo es competitivo, pero creo tener la madurez necesaria. Si te preparas y estás al nivel de un top 10, y estas en una buena semana, puedes ganar una medalla.

Luego de Río 2016 pensaste en el retiro, ¿qué te hizo volver?

Lo que necesitaba después de Río, que fue un momento muy duro y estresante para mí por el hecho de haber tenido una preparación menor a mi competencia, ya que también estudiaba, era darme cuenta que el talento estaba ahí, pero que iba a ser difícil entrar al top 10 si no hacía esto a tiempo completo. Seis meses después competí en un evento del circuito mundial, quedé en puesto 12 y eso me renovó la chispa, abrí los ojos y me di cuenta que sin presión podía rendir por encima de mi potencial.

¿Cuánto ha cambiado el Stefano de Río 2016 con el que estará en Tokio?

La manera que afrontaré este evento va a ser totalmente diferente. A Río le presté demasiada importancia, que está bien, pero es mejor competir relajado, de manera casual, como si fuera un evento más, como una 'pichanga' de barrio. Esa confianza te la dan las horas de vuelo, la experiencia tanto mental como física y mental.

¿Qué tan importante es el apoyo de la empresa privada en el desarrollo del deporte en el país?

Después de los Juegos Panamericanos la gente se ha dado cuenta de que los deportistas de alto rendimiento dedican sus vidas a sus objetivos y que la empresa privada busque reconocer ese esfuerzo y volver a estas personalidades parte de sus familias ayuda tanto a los deportistas como a las marcas.

¿En qué consiste el laser estándar, tu especialidad en vela?

Consiste en hacer un recorrido en vela sobre una cancha acuática y, según tu número de llegada, vas acumulando puntos. Si llegas primero sumas 1; si llegas en puesto 20, sumas 20. Son 10 regatas (carreras) y puedes descartar tu peor puntaje. Al final se suma los puntos y gana el que tenga la menor cantidad. Los 10 mejores en las eliminatorias van a una final.

¿Cómo ves el desarrollo de la vela en el Perú?

Va muy bien, por primera vez en la historia Perú va a estar representado en 4 categorías, el máximo antes solo había sido 2, Paloma Schmidt y yo. Este año se suma María Belén Bazo, Diana Tudela y María Pía Van Oordt.

¿El tema del coronavirus ha cambiado en algo tus planes?

Lo tomamos en cuenta porque viajaré a Europa, así que estamos viendo cómo se desarrolla todo. El COI confirmó que los Juegos siguen en pie, así que mi preparación no cambia en absoluto, solo tomar las medidas necesarias cuando viaje y estar listo para cualquier cosa.