Partidazo. Alianza Lima remontó el partido ante Universitario para imponerse 2-1 en Matute y se acerca a los play-off. Godoy y Affonso anotaron para los íntimos. Quintero marcó para la ‘U’.,Alianza Lima: con la fuerza del corazón,Alianza Lima: con la fuerza del corazón,Nadie se había acomodado en el estadio, ni se habían sentado siquiera y Alberto Quintero ya tenía el grito de triunfo. Pasaron trece segundos, seis toques para que todas esas camisetas cremas se confundan en un abrazo. El balón pasa por entre las piernas de Aldair Fuentes, a un lado de Godoy y ante la mirada atónita de Butrón. La felicidad también llega en un instante –y así como llega se puede ir–. Nadie se había acomodado y Pablo Bengoechea tenía que pedir calma a sus jugadores y a la hinchada que veía confundida lo que pasaba. Nicolás Córdova se arreglaba el gel y pensaba –en ese momento– que hay planes perfectos que se cumplen. El gol más rápido en la historia de los clásicos también los acercaba mucho a la salvación, el objetivo de una temporada estilo montaña rusa. Pero el partido también sería así, ese era su momento cumbre, pero después la bajada sería complicada. PUEDES VER Alianza Lima vs Universitario: Gonzalo Godoy anotó el 1-1 con preciso zurdazo [VIDEO] Alianza Lima, en la lona, intentaba levantarse para dar pelea, aunque la desesperación lo mantenía mareado e intentaba simplificar los caminos con centros en lugar de crear sus propias oportunidades. Igual, la fórmula uruguaya asustaba porque ganaban por arriba. Un cabezazo de Alejandro Hohberg que fue a las manos de Patrick Zubczuk, otro de Mauricio Affonso que se va desviado. La mano del ‘Gringo’ salva casi al final del primer tiempo su arco cuando Aldair Fuentes la tocaba. Bengoechea pedía paciencia, pero por dentro también se desesperaba. La ‘U’ en esta racha ganó confianza y también recuperó el oficio de equipo grande. Supo hacer tiempo, potenció sus armas y con la experiencia de Germán Denis y el desequilibrio de Alberto Quintero, los cremas eran un constante dolor de cabeza. La posesión era de los íntimos, pero el duelo se volvió trabado, con poca claridad. Un tiro de Enmanuel Páucar asusta a Butrón y el tiempo se agotaba. La defensa de Universitario se acomodó a pesar de las ausencias de Alberto Rodríguez (con una rotura de tendón de Aquiles) y de Werner Schuler (lesionado). Romero se ha convertido en el ángel de la guarda de los cremas. Vital en los últimos partidos en el mediocampo, también fue solvente en la zaga central, al lado de Brayan Velarde. Sin embargo, en el complemento, la historia cambia cuando Bengoechea decide mover la pizarra y hacer ingresar a Kevin Quevedo y Óscar Vílchez. Más velocidad, más presión para tumbar la muralla merengue con una bomba desde el cielo. Un córner que deja un rebote para que Godoy, con la zurda y el corazón, la empujara para ponerla a un lado de Zubczuk. Explota Matute, que cree en la remontada, que sueña con la victoria y que la tiene al alcance de la mano cuando Aldo Corzo abraza a Affonso y el árbitro pita penal. Cruzado tiene el mal recuerdo de un tiro fallado desde los doce pasos y Hohberg toma la responsabilidad. Apunta a un lado y vuelva Zubczuk. En el nombre del padre –su papá, Juan Carlos, también fue figura del cuadro merengue– y el que agradece es Corzo, quien también lo abraza. Después fue pura tensión y poco fútbol, más emoción que elaboración. Intentos de Quevedo por desbordar, la ‘U’ físicamente consumida por un fixture complicado –Alianza Lima llegó más descansado tras no jugar ante San Martín a mitad de semana– y que tiene que sacrificar a Denis para dejar solo a Quintero en el ataque. El punto también era valioso para los cremas. Un tiro de Figuera fue lo más peligroso de la visita, Tomás Costa entró y en su primer toque fue un remate que hace figura a Zubczuk. Pero el portero tampoco es infalible y cuando el punto –que era importante en el acumulado para alejarse de la zona de descenso– parecía asegurado, aparece el delantero que se ha metido a Comando Sur en el corazón a punta de entrega y goles. Faltando cinco minutos y cuando los hinchas en el estadio voltean a ver al palco y pedían a gritos un ‘9’ como Paolo Guerrero, aparece Affonso que con un tiro cruzado desde el borde del área –rodeado de rivales– termina en el gol del triunfo. Un disparo esquinado, imposible. PUEDES VER ¡Celebra 'Blanquiazul'! Alianza Lima venció 2-1 a Universitario por el Clausura 2018 [RESUMEN] Alianza Lima festeja en la intimidad de su estadio, con su gente para seguir soñando con un título que hasta hace poco se veía imposible. Pasó octubre, que más que mes de los milagros fue de los temblores para ellos, para renovar su fe en noviembre. Los blanquiazules van inscribiendo su nombre en un eventual play-off, aunque falten todavía tres partidos, pero ganar el clásico –y quitarle el invicto a los cremas de seis partidos– le da ese envión necesario para cumplir todos los objetivos. Ni un gol a los trece segundos cambia sus planes ni su felicidad. Nadie se había acomodado, pero el que celebra último, celebra mejor. Quintero anotó el gol más rápido en un clásico - Un momento histórico se vivió en el más reciente clásico. El mediocampista de Universitario Alberto Quintero abrió el marcador a solo 13’’ de empezado el partido en Matute. - Aunque es un hito en encuentros entre ‘merengues’ y ‘blanquiazules’ no logra superar la marca establecida por Jesús Torrealba, también de la ‘U’, quien en un partido con Unión Huaral en 1990 metió el que es el gol más rápido en la historia del campeonato local, a los 7’’. - Otro exjugador de la ‘U’, Liber Quiñones, se cola en esta lista. En el 2015, cuando enfrentaba a Alianza Atlético, fue autor de un tanto a los 8’’. - Por su parte, Jorge Ramírez, de Unión Minas, en 1999, le marcó un gol a Universitario a los 9’’. PUEDES VER ¡Apareció el goleador! Mauricio Affonso le dio la victoria a Alianza Lima sobre la hora [VIDEO] “El rival ha sido muy digno. Sabíamos que el partido sería así porque era un clásico. Hicimos todos los méritos para ganar. En el segundo tiempo dominamos el partido”. Leao Butrón. Arquero de Alianza Lima “La derrota es más por errores de nosotros que por méritos de ellos. No debimos esperarlos. Nosotros tomamos la iniciativa y eso nos faltó mantener”. Arquímedes Figuera. Volante de Universitario