El tenista reveló que sufrió una gran resaca tras irse de copas y dijo no recordar cómo celebró la noche del domingo su octavo título en Wimbledon.,La inquebrantable disciplina de Roger Federer se vio alterada la noche del domingo, después de que se fuera a festejar su octavo título en Wimbledon, hasta de madrugada en un pub de Londres, Inglaterra. Este lunes, el tenista suizo confesó que apenas recuerda su celebración de esa noche. Confesó que los estragos del alcohol le dejaron con una sensación extraña en la cabeza, producido por su poca costumbre de beber. “Tengo la cabeza pesada. No sé lo que hice la última noche. Supongo que bebí demasiado, mezclé distintas bebidas alcohólicas. Pasamos un buen rato. Me fui a la cama a las cinco de la madrugada y no me sentí en mi mejor momento cuando me levanté. Empecé a encontrarme mejor una hora después”, admitió el suizo con una voz más profunda de lo habitual. Federer y Garbiñe Muguruza, los campeones de la reciente edición de Wimbledon, fueron los protagonistas de la tradicional Cena de Campeones organizada en el lujoso Guildhall de Londres. Tras la gala, el suizo se fue a un bar de Londres con más de 30 amigos y allí se quitó el estrés de semanas de entrenamiento y concentración. Tras conseguir su octavo título en Wimbledon, Federer superó a otras dos leyendas del tenis, Pete Sampras y William Renshaw, que habían conseguido siete trofeos del torneo británico.