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El día que Di María pensó en dejar el fútbol, pero su madre lo alentó a seguir

Al igual que Lionel Messi, el camino de Di María es una historia que merece ser contada. En sus inicios, su madre lo llevaba a entrenar en bicicleta, recorriendo toda la ciudad de Rosario, Argentina.

Su madre pedaleaba una bicicleta cruzando todo Rosario para llevar al pequeño Di María a sus entrenamientos. Él iba atrás y su pequeña hermanita adelante. Foto: Composición LR/The Player's Tribune/Somos Invictos/Sporting News
Su madre pedaleaba una bicicleta cruzando todo Rosario para llevar al pequeño Di María a sus entrenamientos. Él iba atrás y su pequeña hermanita adelante. Foto: Composición LR/The Player's Tribune/Somos Invictos/Sporting News

La imagen de Ángel Di María esperando los resultados de la tanda de penales entre Argentina y Francia durante la final de la Copa del mundo de Qatar 2022 conlleva a pensar en su historia. Una a la que él mismo había dado fe cuatro años antes. En ese entonces, explicó, en un artículo personal, la larga lucha de él y su familia para convertirse en un profesional del fútbol.

Di María tuvo una infancia muy humilde en su pequeño hogar de Rosario, donde sus padres sacrificaron mucho para verlo crecer en lo futbolístico. El camino no fue fácil para él. Incluso, quiso dejar el deporte rey en cierta ocasión. En ese momento, quien lo alentó a seguir desde Argentina fue su madre.

¿Por qué Di Maria estuvo a punto de dejar el fútbol?

Ángel Di María fue un niño muy activo e hiperactivo, según él mismo confiesa en una entrada que fue publicada en el portal The Player’s Tribune. En su infancia, sus padres incursionaron en distintos negocios familiares, usualmente de venta, para que la pequeña familia de Rosario pueda subsistir.

Después de casi ser atropellado por un vehículo, el pequeño Ángel fue inscrito en Rosario Central para tratar de canalizar esa energía tan natural en los niños. Al momento de cumplir 15 años, hubo un episodio que lo marcaría de por vida.

El entrenador a cargo de él no tenía agrado por el estilo y físico del jugador. Por ello, en una ocasión lo encaró y le dijo: “Sos un cagón, sos un desastre. Nunca vas a llegar a nada. Vas a ser un fracaso”.

Di María

Di María en sus inicios en Rosario Central. Foto: TyC Sports

La reacción del pequeño Ángel de 15 años, con la emocionalidad de caso, fue irse corriendo del club. Su madre, quien lo llevaba desde pequeño a los entrenamientos a bordo de una bicicleta llamada Graciela, notó la contrariedad del chico.

Tras escuchar su historia, la madre le aconsejó que vaya y enfrente a su entrenador:

“Vas a volver, Ángel. Vas a volver hoy. Y a ese le vas a demostrar”, le indicó.

Ella había llevado al chico a sus entrenamientos desde que se inscribió cerca de los 10 años. Pedaleaba llevándolos a él y a su pequeña hermana por toda la ciudad, incluido los barrios más peligrosos y, cuando el pequeño Di María arruinaba sus botines (algo que pasaba seguido), ella los pegaba con Poxi-ran.

¿Qué convenció a Di Maria a seguir el fútbol pese a esa experiencia?

Lo que sucedió al entrenamiento siguiente fue calificado como “increíble” por el propio Ángel. Aquel día, el joven vio cómo sus compañeros de equipo empezaron a darle todas las pelotas. “Me ayudaron”, recuerda el ‘Fideo’.

“Ninguno de los chicos se burló de mí, al contrario, me ayudaron. (...) Siempre me voy a acordar de ese día porque mis compañeros vieron que estaba sufriendo y me ayudaron”, contó en su emotiva entrada en dicho portal.

Poco después, a la edad de 16 años, los Di María estaban por decidir el futuro de su pequeña estrella, que, pese a tener talento de sobra, todavía no lograba la promoción al equipo de primera división de Rosario Central.

Su padre presentó las opciones: o se quedaba un año más en el club para probar suerte, o volvía a la escuela y se iba a trabajar con él en su negocio familiar. La familia necesitaba el dinero y el futuro de Di María se iba a decidir ese año.

En ese momento, su madre intervino: “Un año más en el fútbol”. El riesgo era que, si Ángel no lograba la promoción en ese año, la única opción restante sería ir a trabajar con su papá.

Aquella reunión familiar, según cuenta el propio argentino campeón del mundo en Qatar 2022, fue en un enero. Luego de 11 meses, el 14 de diciembre de 2005, Di María debutó en primera división y allí empezó su historia.

Di María

Debutó en primera a los 17 años. Foto: 30 Noticias

Tal como lo cuenta él mismo, no todo fue una subida glamorosa entre equipos, ya que hubo muchos bajones en su vida, especialmente la final ante Alemania en 2014. En aquel certamen ni siquiera pudo jugar.

La carta del Real Madrid que indignó a Di María

Por entonces, Di María recuerda un hecho infame, una carta insensible del Real Madrid poco antes de la final a disputarse. En el escrito obligaban a la selección argentina a no alinear al jugador —que ya arrastraba una lesión— para evitar el riesgo de que se pierda la temporada siguiente.

Para ‘Fideo’ todo era evidente. El Real Madrid quería reemplazarlo por James Rodríguez y, por ello, no quería arriesgarse a vender a un futbolista lesionado.

La reacción del extremo fue romper la carta en pedacitos e ir a hablar personalmente con Sabella, entrenador de la Albiceleste por entonces.

“Si soy yo, soy yo. Si es otro, entonces será otro. Yo solo quiero ganar la Copa. Si me llamás, voy a jugar hasta que me rompa”, recordó.

Finalmente, Sabella eligió no arriesgarlo y Argentina perdió esa final por un gol en el alargue.

El tiempo pasó desde aquella confesión personal que Di María hizo en junio de 2018. Ahora, ocho años después, su historia de lucha, tan curva y nada lineal, retumba en la memoria de otros argentinos y latinoamericanos que empezaron de abajo, quizás con todo en contra, pero ellos nunca se rindieron. Y sí, incluido el propio Lionel Messi.

Di María

La emoción de Di María durante su gol en la final de Qatar 2022. Foto: FIFA