Playboy: ¿cómo era su revista para personas con discapacidad visual y qué polémica enfrentó?
Playboy, la reconocida revista para adultos, empezó en los años 70 una edición especial dedicada a lectores con discapacidad visual. Pese a que los ejemplares buscaban ser símbolo de inclusión, fueron blanco de críticas.
Playboy, la revista para adultos más conocida de Estados Unidos, tuvo a partir de 1970 una edición en braille para sus usuarios con discapacidad visual. La idea nació a partir de la búsqueda de inclusión para que todos pudiesen acceder a la lectura de las publicaciones.
Pese a la intención de generar la conciencia frente a la invisibilización de la comunidad de personas con discapacidad visual, prontamente fue objetada. Conoce a continuación cómo era la revista en braille de Playboy y por qué enfrentó polémicas.
¿Cómo era la revista de Playboy para personas con discapacidad visual?
La revista de Playboy para personas con discapacidad visual estaba diseñada con puntos en relieve, básicos del sistema braille. La edición para la comunidad de discapacitados era totalmente diferente a las ediciones para el público en general.
La edición original contaba con diversos artículos en los que se exponían desde derechos civiles, hasta candidaturas presidenciales, ello debido a que parte del financiamiento que recibía la revista para sostenerse provenía de la Biblioteca del Congreso.
Playboy en braille. Foto: composición LR/Timeline
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La revista para invidentes se publicaba por partes, no contenía fotos, dibujos animados y mucho menos desnudos. Asimismo, se exceptuaban algunos apartados de la edición regular, como por ejemplo: caricaturas, fotografías y anuncios.
La única imagen que presentaba la revista era el clásico logo de Playboy, con descripción en braille.
En esa dirección, Playboy, con apoyo del financiamiento estatal, se avocó a escribir contenido narrativo que sugería cierta sensualidad y descripciones detalladas del contenido explícito.
¿Qué polémica enfrentó la edición de Playboy para personas con discapacidad visual?
La polémica que protagonizó la edición en braille vino de parte del congresista republicano, quien lanzó una cruzada contra Braille Playboy que finalmente sería escuchada en un tribunal federal.
En 1981, el senador republicano Mack Mattingly de Georgia encabezó una propuesta que prohibiría a la Biblioteca del Congreso financiar la producción en Braille de las secciones “Party Jokes”, “Ribald Classics” y “Playboy Forum” de Playboy. El debate se acabó ese día, pero dio pie a que se hable del tema.
De esta manera, el representante republicano de Ohio, Charlmers Wyli, continuó el abanderamiento en contra de la producción de la revista.
El republicano Mack Mattingly alzaría su voz de protesta, posteriormente sería Chalmers Wylie quien continuaría. Foto: composición LR/History House Gov
En lugar de desfinanciar todo el programa, Wiley se movió para reducir el presupuesto de la biblioteca lo suficiente como para detener la producción de Braille Playboy. En ese momento, el Congreso gastaba US$ 103.000 al año para producir 1.000 suscripciones de 12 meses a esa revista.
En 1985, la Cámara, encabezada por Wylie, votó 216 a 193 a favor de la asignación reducida para detener la producción de Playboy en Braille.
“Simplemente, creo que cuando tenemos un déficit presupuestario de US$ 200.000 millones, este es un uso imprudente del dinero de los contribuyentes. (...) Creo que Playboy ataca los valores morales tradicionales y vende sexo tanto lícito como ilícito. Creo que promover la lectura de Playboy de esta manera conduce a actividades indeseables”, dijo Wylie después de la votación, según The Washington Post.
Sin embargo, esto solo duraría un año, ya que en 1986, el juez del tribunal de distrito federal Thomas Hogan declaró que el Congreso había violado la Primera Enmienda y calificó la retención de fondos como un “método de censura por la puerta trasera”.
La edición en braille reanudó la publicación en enero de 1987. Hogan ordenó que los números de 1986 que habían sido ignorados por la Biblioteca del Congreso se publicaran en forma de grabaciones.
Playboy en braille. Foto: composición LR/The Washington Post
Así, Playboy continuó en circulación, pero sus suscriptores fueron descendiendo con el tiempo. Se calcula que bajó el registro a la mitad, de 1.000 a 500 lectores.