Cultural

Punk para resistir

No somos nada. Documental sobre la banda La Polla Records llega a salas peruanas. Javier Corcuera toma la palabra.

Memoria emocional. No somos nada y su gran protagonista: el público, siempre arriba. Foto: difusión
Memoria emocional. No somos nada y su gran protagonista: el público, siempre arriba. Foto: difusión

Como que hace falta un poco de punk para soportar lo que acaece en el mundo de hoy, ¿no? Esta es una de las impresiones que nos deja el último documental del laureado director Javier Corcuera: No somos nada (2021), el cual se estrenará este jueves 20 de junio en las salas comerciales. El director de los documentales Sigo siendo, El viaje de Javier Heraud, entre otros proyectos reconocidos, sigue la ruta de la mítica banda española de punk La Polla Records, fundada en 1979, la cual en 2021 realizó una gira de despedida, siendo este el punto de partida para que Corcuera aborde sus 40 años de furia festiva.

“Así como están las cosas, necesitamos punk: miremos cómo crece la ultraderecha, cómo delante de nuestros ojos y con la complicidad de Europa, Estados Unidos y la comunidad internacional, está sucediendo el genocidio en Palestina. Hace falta decir las cosas claras, no estamos para ir a medias”, dice Javier Corcuera sobre el espíritu del presente trabajo, o para ser más exactos: del ánimo que proyecta. Porque si algo le sobra a No somos nada, es precisamente actitud.

Toda película de autor parte de una visión propia de la vida. La de Corcuera se suscribe a una memoria inmediata que fluctúa entre la reflexión y la crítica, las que brindan un peso discursivo a sus trabajos (no confundamos con densidad) que ya se ha vuelto la marca de su poética. “Todas mis películas son desde la mirada personal, en el caso de este documental sobre La Polla Records, sus canciones fueron la banda sonora de mi vida desde antes de venir a vivir a España. Era la primera banda de punk española y las bandas de América Latina han mamado de La Polla Records. Sus canciones no caducan”.

Corcuera señala: “Llegué al documental, como género, de manera accidental, también es verdad que tengo una pasión por la realidad y he intentado ser testigo de las cosas. He filmado en Palestina, Irak y Chiapas. He hecho películas de memoria histórica, llevándolas al presente. Me interesan que los temas no tengan fecha de caducidad, que no sean coyunturales”.

En No somos nada, tenemos dos hilos conductores que se complementan, los de Evaristo Páramos (vocalista) y Abel Murua (bajista). Corcuera acompaña, por los montes de Euskadi, a Páramos, quien relata cómo empezó esta locura que marcó a más de una generación; por su parte, Murua ordena el relato. Ergo: el policía malo y el policía bueno. Sumemos también al otro protagonista de la película: ¿qué sería de ella sin el público seguidor, sin esa energía que hace que el espectador sienta el voltaje de un concierto punk?

Consultado sobre el reciente debate de la ley de cine, que será observada por el Ejecutivo tras haber sido aprobada por el Congreso, Corcuera no se guarda nada: “Estamos con el régimen de Boluarte y ese Congreso viviendo un momento reaccionario y fascistoide. Este es un régimen sembrado bajo decenas de muertos. Le quieren poner un bozal a la cultura. A la derecha no le gusta el cine, porque es crítico y es memoria. Por ejemplo, para entender qué pasó en Chile, hay que ver La batalla de Chile de Patricio Guzmán. En Perú hay un evidente intento por borrar la memoria. En el Perú de hoy hace falta muchísimo punk”.