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Cultural

“Una sola forma de crecer en público”, cuentos que alumbran el vacío para buscar una identidad

La escritora Malena Newton Maúrtua lanza su libro debut con 10 cuentos sobre las vías que toman las personas para tratar de encontrar su propio proceso de ir sorteando las dificultades del peso de la edad.

Malena Newton Maúrtua, autora de "Una sola forma de crecer en público", lanza su primer libro con 10 cuentos que apuestan romper la voz narrativa clásica y darle un aire fresco a la literatura nacional. Foto: composición / Malena Newton / Planeta
Malena Newton Maúrtua, autora de "Una sola forma de crecer en público", lanza su primer libro con 10 cuentos que apuestan romper la voz narrativa clásica y darle un aire fresco a la literatura nacional. Foto: composición / Malena Newton / Planeta

A lo largo de 175 páginas, “Una sola forma de crecer en público” (Planeta, Sello Tusquets, 2022), primer libro de cuentos de la escritora Malena Newton Maúrtua, enumera las estrategias o métodos que eligen los personajes para romper las crisálidas —acaso una búsqueda, en su mayoría, de escapar del cautiverio juvenil y todo lo que conlleva tamaña liberación—, respirar a su propio ritmo y atreverse a ver el mundo real como en un nuevo nacimiento. Ese es el común denominador de los relatos: la metamorfosis de quienes se ven al espejo y asumen que su humanidad puede sumar, intercalar muchas vidas en una sola.

Newton también explora un lenguaje acorde a las herramientas contemporáneas, el frenetismo de la globalización ha variado el léxico, pese a que otros autores aún se resistan a aceptarlo. Cómo no considerarlo un desafío implícito, a carta encendida, cuando varias propuestas literarias, inclusive en esta era, siguen adormitadas o intimidadas por la prosa clásica, con elementos narrativos desfasados y temáticas que no paran de repetirse como el movimiento monótono de las hélices de un helicóptero o esas maquinarias industriales que solo saben pronunciar una sílaba en sus ruidos continuos. Sí, la libertad de escribir y crear no está limitada —ni nunca lo estará—, pero el fresco atrevimiento de Malena puede servir como precursor para desarrollar otra corriente dirigida a ‘reinventar’ el relato corto.

Lo más cercano para explicar este fenómeno lo encontraremos en “Un tipo ex”, el primer cuento de esta colección. La pieza literaria ya había sido publicada en Selección peruana 2015-2021 (Estruendomudo, 2021). Ricardo Sumalavia contaba que la descubrió en redes sociales. “Break fast at Tiffany’s” es el nombre de la empresa de dos amigas. Ellas se encargan de comunicar rupturas amorosas a cambio de dinero, una star up totalmente rentable dentro de esta sociedad refugiada en el paradigma digital (la abolición del cara a cara), cada vez menos empática, cuyos individuos se encierran en círculos de sal para ahuyentar a los intrusos, como si fuesen criaturas territoriales.

Desde el principio de la lectura, un punto a destacar es la natural composición de los símiles; no echa mano de elaboraciones grandilocuentes, sino de palabras colocadas en armonía. Malena sabe reconocer qué imagen metafórica reemplaza perfectamente a una frase que podría tornarse algo fría, intrascendente. Y este ensayo de reconocimiento se repetirá en ecos permanentes durante el resto del libro:

  • “La sonrisa del chico era tan abierta que parecía como si me estuviese mirando por la boca”
  • —Cómo está, señor. ¿Espera a alguien más? —le preguntó una mesera de aire arácnido que tenía un montón de pecas como ojitos marrones debajo de los ojos
  • La pareja de al lado ya se había calmado. Sobre su mesa habían quedado servilletas como plumas tras una pelea de gallos.
  • Su sonrisa se estiró de un solo lado, como un check.

Retomando el tópico de la metamorfosis —el adoptar la madurez dependiendo de la temperatura, el carácter correspondiente a la edad—, el segundo cuento de “Una sola forma de crecer un público”, “Un techo en el suelo”, defiende la tesis. Allí, además, soportamos cargas emotivas respecto a la convivencia de pueblos marginados y los intereses políticos, ambos ingredientes conectados por puentes fantásticos.

¿Cómo consigue Malena Newton levantar esta atmósfera? La premisa va así: unos chicos de barrio encuentran una loza deportiva despejada como consecuencia de la explosión de una cantera. No obstante, lejos de ser un terreno construido, en un principio, para jugar fútbol, se trata de un techo, pero no uno corriente: este no para de crecer como las plantas. Esta locura se replica en lugares ubicados afuera de Lima, donde la urbe todavía no ha contaminado por completo a la gente humilde y su idiosincrasia.

Los alumnos del centro educativo San Luis Rey de Cieneguilla deciden fundar su propio reino allí dentro. Abandonan sus familias, administran el edificio y albergan indigentes, mientras los miembros de la Apafa piden a las autoridades que los rescaten. Niños jugando a ser adultos, ellos producen sus códigos y estilos de subsistencia, evocan la clase de tribu descrita en “El señor de las moscas” (1954), novela alegórica de William Golding:

  • “Conforme la estructura crecía, los que iban quedando arriba eran relevados en las misiones de reclutamiento por los que estaban abajo. Una jerarquía inevitablemente vertical, pero que se renovaba rápidamente, permitiendo el ascenso —real y simbólico— de los nuevos moradores” (Pág. 34).

Con total seguridad, el fragmento más insólito y hasta ominoso de este relato se muestra en el siguiente párrafo:

  • “En la pantalla (del televisor) apareció el ministro de Transportes y Comunicaciones. Su casco blanco estaba manchado con cagada de paloma. «Los obreros tienen órdenes claras con respecto al edificio», dijo, intentando calmar a los periodistas que lo cercaban. «Esperar a que le crezca una puerta».

¿No se escucha esa clase de lógica en las noticias del día a día? La autora grafica así la parsimonia y burocracia de las autoridades, como si la ley tuviese que esperar turnos para actuar y desempolvar de una vez sus sastres. “Un techo en el suelo” manifiesta detalles críticos asociados a lo que significa “justicia” en el Perú.

El libro "Una sola forma de crecer en público" también está disponible en e-book. Foto: Planeta / Facebook de la autora

El libro "Una sola forma de crecer en público" también está disponible en e-book. Foto: Planeta / Facebook de la autora

En “¿Un contraseña es un nombre o una mentira?”, traeremos a la mente el precio de inmiscuirnos demasiado en las redes sociales, pues al asistir a las clases de Orientación y Bienestar, tildadas como “un recital de narrativa a micrófono abierto”, un grupo de estudiantes se encarga de ingeniar historias que desprestigiarán al resto solo con el afán de ganar popularidad y la atención de los demás. La mayoría manda y ejerce el poder, musita la autora.

Quizás “El teatro Revett” sea el relato más lúdico e intrigante de esta colección. A través de una estructura polifónica, una periodista querrá descubrir los entresijos de la noticia de una mujer fallecida durante los ensayos de una obra. A veces las respuestas no son satisfactorias si se aprecian de ángulos diferentes: ¿existirán las medias tintas o siempre triunfarán las explicaciones rígidas?

Sin embargo, luego de este cuento, la intensidad del libro decae: es como el corte progresivo de un clímax en más de 100 páginas, el jadeo repentino del atleta a pocos metros de alcanzar la meta de una maratón. Al ser composiciones más cortas, dan la sensación de que no fueron tan articuladas como las anteriores. Aunque los símiles y el virtuosismo descriptivo sostienen el hormigón de los bloques dramáticos, el libro no cuenta con un cierre memorable porque el orden de las piezas no lo permite. Si uno o dos relatos de la mitad hacia adelante se eliminaban, el resultado sería satisfactorio.

Conclusiones:

A diferencia de otros autores noveles, Malena Newton Maúrtua, siendo consciente de sus habilidades creativas y agudeza crítica, ha conseguido volcar su sabiduría literaria en historias con discursos originales, apelando a la sinceridad del vocabulario, es decir, no encontraremos impostaciones, recursos banales de quien confabula ornamentos líricos, cuya finalidad sea asombrar al lector más que dar solo retoques estrictamente estéticos.

Ha acertado en transmitir sus inquietudes interiores acerca de cómo están cambiando las percepciones del desarrollo personal. La globalización y su explosión de información —verdadera o falsa— consume la inocencia, obliga a los niños y jóvenes a abandonar la expresión lúdica, el descubrimiento pausado de quemar las etapas; ahora, ellos eligen sus saberes, se educan según lo que les apetezca y endiosan la tecnología por encima del clamor hogareño.

Calificación: 3.8/5.