Zumbayllu, el taller de títeres de los niños de Carabayllo
Arte. Creado hace 12 años y dirigido por Anabelí Pajuelo, trabaja con niños y adolescentes de bajos recursos en Lima norte. Ha sido beneficiado con los Estímulos Económicos del Ministerio de Cultura.
Los niños de las Lomas de Carabayllo no han estado solos. Antes y durante la pandemia, el proyecto Zumbayllu, de la Escuela de Arte Puckllay, que dirige la gestora cultural Anabelí Pajuelo, ha estado junto con ellos. Y de la manera más creativa y solidaria, porque el proyecto Zumbayllu es un taller de títeres para niños y adolescentes de esta zona del norte de Lima.
Este proyecto, que se creó hace doce años, alcanzó la justicia de haber sido beneficiado con el premio Estímulos Económicos del Ministerio de Cultura y gracias a ello han podido desarrollar con mayor solvencia sus programas de trabajo.
En Zumbayllu, con el apoyo del grupo de títeres Tárbol, integrado por María Laura Vélez y Martín Molina, y el acompañamiento musical Dimitri Manga, se elabora un guion técnico, se crean y confeccionan los títeres y se hace un montaje de una obra con ellos. Todo ese trabajo cuenta con la participación creativa de los niños y adolescentes. Asimismo, publican materiales didácticos para niños y niñas, padres de familia y docentes.
“Al obtener los Estímulos Económicos para la Cultura, del Ministerio de Cultura, se nos presentó la enorme oportunidad de poder retomar el camino trazado por nuestro maestro Luis Pajuelo Frías, y qué mejor manera de llevarlo adelante de la mano del maravilloso equipo de Tárbol, teatro de títeres, quienes nos cuentan sobre su experiencia, su mirada sobre el rol que tienen los títeres y el trabajo y vínculo con Puckllay”, dice Anabelí Pajuelo.
Por los protocolos sanitarios establecidos por la pandemia, el proyecto tuvo que optar por la virtualidad. Tras dos años, ahora han retomado sus talleres de manera presencial.
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Los títeres, según la directora, han sido un gran apoyo para la salud emocional de los niños y niñas para enfrentar la pandemia. No solo por los aspectos creativos y de divertimento, sino, sobre todo, porque les permite interactuar y socializar entre ellos fortaleciendo su autoestima.
Y es verdad, niño y niña que ríe goza de salud.