Cultural

Casa de Vallejo: riqueza cultural y valor histórico

La Casa Museo César Vallejo en La Libertad reabrió sus puertas al público luego de permanecer cerrada durante nueve meses a causa de la pandemia.

Una estatua de Vallejo rodeada de sillas simula descansar en una de las habitaciones. Foto: Jaime Mendoza / La República
Una estatua de Vallejo rodeada de sillas simula descansar en una de las habitaciones. Foto: Jaime Mendoza / La República

Casi 129 años han pasado desde aquel 16 de marzo de 1892 cuando una típica vivienda de Santiago de Chuco, en la sierra de La Libertad, era testigo del nacimiento de César Abraham Vallejo Mendoza, considerado uno de los más grandes poetas del siglo XX.

Su casa, que habría sido construida entre 1850 y 1870 y fue convertida en museo por el valor histórico que posee, está a la espera de la visita de turistas y estudiantes luego de permanecer cerrada durante nueve meses a causa de la pandemia.

La Casa Museo César Vallejo fue restaurada en el año 2013, cuidando cada detalle y conservando su estructura original. Está ubicada en la calle que lleva el nombre del ilustre poeta, con n.° 1060, a solo dos cuadras de la plaza de Armas. Recorrer la morada del hijo predilecto de Santiago de Chuco despierta curiosidad en el turista; las habitaciones, los corredores, el zaguán, la cocina y objetos que alguna vez fueron utilizados por Vallejo son objeto de gran admiración para los visitantes.

Ciertamente, ingresar al patio principal e imaginarse al niño César jugando y correteando junto a sus hermanos resulta muy conmovedor. Como se sabe, el autor de Paco Yunque vivió allí hasta los 12 años de edad, luego salió de su ciudad natal para continuar sus estudios en Huamachuco, Trujillo y Lima. Después regresaría a casa, pero de forma esporádica. Finalmente, viajaría a París.

Casa César Vallejo 2

Remodelado. Patio principal donde César Vallejo acostumbraba jugar. Foto: Jaime Mendoza / La República

En el corredor del mismo patio está el longevo poyo, un banco hecho de adobe y barro donde Vallejo descansaba. Tras la muerte de su hermano, en agosto de 1915, este asiento le sirvió de inspiración para escribir el célebre y triste poema A mi hermano Miguel. También encontramos el capulí, el árbol que cita en la primera estrofa del poema Idilio muerto.

El museo cuenta con 11 salas que contienen paneles informativos sobre la vida del vate universal, sus creaciones literarias y fotografías familiares. En otras salas encontramos el oratorio de la familia, una habitación con muebles de la época, la cocina con el fogón y el horno para hacer el pan, y el batán.

También hay información sobre su integración con intelectuales del extranjero y del Grupo Norte, conocido también como la Bohemia de Trujillo. El itinerario de sus viajes a caballo hasta Huamachuco y Trujillo es otra de las referencias.

La casa está abierta al público y puede visitarse de lunes a domingo de 8.30 a. m. a 12.45 p. m. y de 2.30 p. m. a 6.00 p. m., incluido feriados. El aforo es de 12 personas y tienene todos los protocolos de bioseguridad, de acuerdo a las medidas sanitarias establecidas por el Gobierno, por el coronavirus.

“Ver llegar a turistas de todas partes del mundo, especialmente alemanes y franceses, interesados en conocer dónde creció el poeta más grande del mundo es muy satisfactorio”, revela el cantautor Tito Pereda Ruiz, responsable y guía turístico del museo. Él ofrece toda su atención a los visitantes y, al finalizar el recorrido, declama los poemas de César Vallejo, acompañado de su guitarra.

(Texto: Jaime Mendoza Ruiz)