Luis Miguel Sánchez Cerro, el “primer mestizo” que llegó al poder
Un día como hoy falleció quien fuese dos veces presidente del Perú, asesinado por un opositor aprista durante su segundo Gobierno.
Luis Miguel Sánchez Cerro, presidente del Perú en dos ocasiones, nació el 12 de agosto de 1889 en Piura, en la cuna de una familia de clase media. Llegó a Lima en 1906 para ingresar a la Escuela Militar de Chorrillos, de donde se graduó en 1910 como subteniente de infantería.
En 1914, participó del golpe de Estado contra el presidente Guillermo Billinghurst, lo que terminó en su derrocamiento. Sánchez quedó herido y perdió dos dedos de la mano derecha. Posteriormente, y conforme iba ascendiendo en grados militares, fue destacado a distintas regiones del país.
En 1922, fue separado del Ejército debido a que se reveló contra el gobierno de Augusto B. Leguía en Cusco. Fue recluido en un centro de detención de la Isla de San Lorenzo, pero fue restituido en 1924, y en 1929 fue enviado a Italia y Francia en misión militar.
Regresó ese mismo año, y en 1930 fue ascendido a teniente coronel del Ejército, durante su permanencia en Arequipa, desde donde preparaba los últimos detalles de su rebelación contra el gobierno de Leguía.
Finalmente, el 22 de agosto de ese año, y como cabeza de la guarnición de Arequipa, se sublevó mediante un pronunciamiento, el cual fue propagado en el sur del Perú, y comenzó a ganar adeptos en Lima. Leguía renunció a la presidencia el 25 de agosto, y dos días después, Sánchez llegó a la capital.
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A su arribo, constituyó una Junta Militar, y asumió la presidencia bajo una fuerte crisis económica mundial, la cual alcanzó al país en su mandato. Esto, sumado a una serie de conflictos sociales, lo obligaron a convocar elecciones el 11 de octubre de 1931.
Sánchez formó el partido Unión Revolucionaria, con el que ganó adeptos de tinte conservador. Luego de una campaña reñida en donde su principal contendiente fue Victor Raúl Haya de la Torre, se impuso gracias a su popularidad, arraigada principalmente por su origen mestizo y conocimiento del interior del país.
Con mayoría en el Congreso, pero con una férrea oposición aprista, su Gobierno se caracterizó por la represión a sus opositores, quienes provenían mayoritariamente de la izquierda, e incluso sufrió un atentado contra su vida cuando un militante del APRA le disparó en el pecho.
Hubo sublevaciones en el interior del país, que devinieron en sentencias a muerte para los responsables. El año 1932 se denominó “el de la barbarie”, y con esta crisis política y social, el Congreso Constituyente promulgó en 1933 una nueva constitución.
Entre sus principales obras destacaron las legislaciones a favor de los indígenas, el descanso remunerado de 1 de mayo, la protección a la industria pesquera, la pavimentación de la carretera central y la renovación de equipos de guerra.
El 30 de abril de 1933, tras una visita a las tropas que combatirían en el conflicto armado con Colombia, fue asesinado por Abelardo Mendoza Leyva en el Hipódromo de Santa Beatriz. Su verdugo, un militante aprista, le disparó varios tiros por la espalda. Su mandato fue concluido por el general Óscar R. Benavides.