La poeta uruguaya recogió ayer el Premio Cervantes. Durante la ceremonia, recalcó la importancia de El Quijote. ,Alcalá de Henares. EFE. "Ver cómo subía la escalera, verla bajar y luego cómo proyectaba la voz a los 95 años, mejor que todos los que han hablado, es algo increíble". Así se expresaba Nuria Flo, la nieta de Ida Vitale, que ayer no paraba de llorar mientras su abuela recogía el Premio Cervantes. Una circunstancia, que Ida Vitale reinterpretó con mucho humor diciendo a los periodistas, tras romperse el protocolo y en medio de los corrillos: "ellas creían que me moría de ésta". PUEDES VER: Ida Vitale: “El Quijote es un tratado de psicología precoz” Y es que ayer la ceremonia de entrega del Premio Cervantes a la poeta uruguaya Ida Vitale estuvo marcada, además de por la lluvia, un elemento fundamental en su obra, por la humanidad, humildad y el agradecimiento que ha mostrado en todo momento la autora de Luz de esta memoria. "Es la humildad uruguaya", recalcaba la nieta de Vitale, que entusiasmó a todos los asistentes al acto en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) también por su vitalidad y la profundidad de su discurso, como señaló la poeta y directora General del Libro, Olvido García Valdés.