Rescate. La novela de Gabriel García Márquez se exhibirá en una plataforma de streaming. Los hijos del Premio Nobel colombiano serán los productores.,Tom C. Avendaño. El País Netflix ha conseguido lo que docenas de productores de cine han ansiado desde hace medio siglo: los derechos de Cien años de soledad, la novela insignia de Gabriel García Márquez, quien durante décadas dudó que la obra pudiese funcionar en la gran pantalla. También exigía que se rodase en español, lo que durante muchos años significaba un presupuesto y la viabilidad comercial menores para el producto final. Ahora, sin embargo, las pantallas vienen en todos los tamaños y, con las series, admiten cualquier duración. Los hijos del autor, Rodrigo y Gonzalo García, han aceptado que Netflix convierta el clásico de su padre en una serie. El proyecto se encuentra en las fases más básicas de gestación, pero en Netflix ya han asegurado que contratarán únicamente talentos latinoamericanos para la producción, que se rodará en Colombia. “Sabemos que será mágica e importante para Colombia y América Latina, pero la novela es universal”, ha explicado a The New York Times Francisco Ramos, vicepresidente de producciones en español de Netflix. PUEDES VER Nobel Le Clézio: “Me queda mucho por escribir” Rodrigo y Gonzalo García harán de productores ejecutivos de la adaptación, un área en la que el primero se encuentra cómodo tras dirigir casi una docena de películas, entre ellas Cosas que diría con tan solo mirarla(1999), Últimos días en el desierto o Albert Nobbs. Será su décimo proyecto televisivo, tras dirigir también capítulos de Los Soprano, A dos metros bajo tierra, The Affair, Carnivàle y Blue. Los productores alargan con Netflix la ya de por sí enorme trayectoria de la obra de su padre. Publicado en 1967, Cien años de soledad es de esas obras cuya importancia es imposible de exagerar y cuyo legado remite a los tópicos. Ha vendido unos 50 millones de ejemplares y ha sido traducido a 46 idiomas. Su éxito, fundamental en el reconocimiento internacional de Gabriel García Márquez, y un factor clave en el Nobel de Literatura que recibió en 1982, apuntaló el boom de la literatura latinoamericana de los sesenta y setenta. Hoy se considera uno de los momentos cumbres de la cultura del siglo XX. La historia que cuenta, la de la familia Buendía, descendientes del fundador del pueblo Macondo, es desde hace décadas una de esas sagas inmortales, ininterrumpidamente vigente como lectura obligatoria por todo el mundo. PUEDES VER Presentan segundo número de revista literaria Acontecimiento en Librería Sur Todo este prestigio le viene incluido a Netflix en el precio de los derechos. Pero el proyecto también trae la pesada carga de las pasadas adaptaciones fallidas de obras de García Márquez al cine. Frente al relativo éxito de crítica de El coronel no tiene quién le escriba, hay obras que han pasado al recuerdo como fallidas: Crónica de una muerte anunciada, protagonizada por Rupert Everett y Lucía Bosé, El amor en tiempos de cólera de Mike Newell en 2007, con Javier Bardem como Florentino Ariza o Memoria de mis putas tristes, en 2011. En total, media docena de películas, ninguna lo suficientemente exitosa como para dar a entender que García Márquez, y esa magia cotidiana más sugerida que descrita en sus páginas, podía vivir en el cine. Ni siendo un consumado cinéfilo –fue columnista de cine en El Espectador de Bogotá– lograba García Márquez imaginar una versión de Cien años de soledad que tuviese sentido.