Daniel Alarcón. El escritor peruano ha dirigido durante años “Radio Ambulante”, programa radial en el que a través de crónicas cuenta la historia actual de Latinoamérica. Sin embargo, confiesa, no tiene tiempo para hacer literatura.,El escritor peruano Daniel Alarcón, creador y director ejecutivo del podcast “Radio Ambulante”, considera que actualmente “la historia” con mayúsculas de Sudamérica es Venezuela y la diáspora de sus ciudadanos, para los que “es algo muy nuevo ser refugiados”. “La historia para mí en Sudamérica es Venezuela porque no es solo lo que está pasando en Venezuela, sino la diáspora venezolana, y me parece que es algo muy nuevo para los venezolanos ser refugiados, ser inmigrantes”, comenta en entrevista en Funchal, donde participó en el Festival Literario de Madeira. PUEDES VER Conozca el proyecto "Radio Ambulante" que lidera el escritor peruano Daniel Alarcón Alarcón (Lima, 1977) está al frente de un proyecto que, con crónicas de radio que superan los 25 minutos, aborda de forma coral historias de América Latina con gran éxito y que cobró fama internacional en 2014, cuando obtuvieron el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en la categoría de Innovación. Hoy, “Radio Ambulante” cuenta con 450.000 oyentes mensuales en todo el mundo y un presupuesto anual de un millón de dólares que procede de fundaciones en su mayor parte, aunque cuentan también con aportaciones de seguidores que les han permitido sobrepasar los 100 programas en 7 temporadas de emisión. Alarcón se encuentra ahora en un estado anfibio perfecto: originalmente escritor, autor de obras como Radio Ciudad Perdida y considerado uno de los mejores narradores jóvenes por la revista The New Yorker, ha caminado tanto durante años por el periodismo que ahora le cuesta elegir: ¿escritor o reportero? “Ya no me defino como lo uno ni lo otro sino como narrador, cuento historias que a veces son reales, a veces son inventadas, a veces en radio, a veces en prensa escrita”, sostiene el autor, también profesor de radio en la Universidad de Columbia de Nueva York. La culpa es de “Radio Ambulante”, que le ha restado tiempo para ponerse a escribir (“Cuando comenzamos a hablar de un proyecto de radio, creo que no teníamos idea de cuanta ‘chamba’ iba a ser”) y a cambio le ha sumergido en la diversidad latinoamericana, que ha acabado también por diluir las fronteras de su identidad. “Hay en cada momento entre 6 y 15 historias en proceso, historias de Venezuela, de México, Chile, Perú, EEUU, Brasil, Guatemala, Honduras... es un privilegio, porque uno está con una mirada muy regional, conociendo historias de muchos países (...). Me siento menos peruano y más latinoamericano”, apunta. Sin planes inmediatos para volver a la ficción –se presenta ahora la edición portuguesa de De noche andamos en círculos– a Alarcón le interesa especialmente cómo afrontan los venezolanos lo que sucede en su país, algo que su equipo ha reflejado en crónicas hechas dentro y fuera del Estado caribeño. “Muchas personas (venezolanas) me han dicho: ‘No sabemos cómo ser inmigrantes, tenemos que aprender’, y eso es algo superinteresante, trágico para un país”, subraya. Para esta historia, y para sus propios relatos de ficción, Alarcón comparte un mismo requisito indispensable: “Ser entretenido”. “Tú siempre estás luchando contra la distracción del lector. Si tú aburres al lector, no importa qué tan importante sea tu novela. Creo –y no tengo problema en decirlo– que uno está tratando de entretener al lector”, sostiene. Y apostilla: “Eso no significa que uno hace trucos baratos para entretener o enganchar, pero sí puede seducir al lector con prosa, con personajes, con tramas, con humor, con emoción, y en ese caso pienso que todo vale”. Porque, argumenta finalmente, “de qué te sirve” que la obra tenga un objetivo de denuncia social “si nadie lo va a leer”. Alarcón, que nunca ha trabajado “en una radio o una redacción profesional”, es consciente de que el caso de “Radio Ambulante” es infrecuente en la actual crisis de medios de comunicación, que considera afecta especialmente a los medios locales. “La especie que está en peligro de extinción es la noticia local”, dice el autor, que destaca que los medios encargados de esta cobertura “cumplen un rol vital, fiscalizar a los poderosos en cada región”. ❧