Carlos Saura, adiós al gran cineasta y fotógrafo español
Pesar. El destacado realizador madrileño murió a los 91 años, horas antes de recibir el Goya de Honor por su trayectoria.
Carlos Saura, figura del cine español y europeo que firmó películas como Cría cuervos y Ay Carmela, falleció ayer a los 91 años en su casa en la sierra madrileña, anunció la Academia española de Cine.
Desde el pasado 6 de octubre, el cineasta se recuperaba de una caída y sus hijos, el productor Antonio y Ana Saura, acudirían a la sede de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España a agradecer el Premio Goya de Honor que le iba a ser entregado hoy de manera simbólica.
Pero la estatuilla ya le había sido entregada a Saura en días anteriores en su casa, precisó posteriormente la Academia, que agregó que la fiesta de los Goya “conmemorará la memoria de un creador irrepetible”.
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Nacido el 4 de enero de 1932 en Huesca, Aragón, en el seno de una familia de artistas, Saura mostró una “incansable actividad” y “amor por el oficio hasta el último momento”, ya que su última película, Las paredes hablan, se había estrenado el viernes pasado en España, señaló la Academia.
Antes de dedicarse al cine, descubrió en la fotografía su valor como testimonio y como archivo de la memoria. Y con su cámara al cuello se dedicaba a hacer “jogging visual”.
Era su forma de “estar visualmente activo”, como señaló en una entrevista con EFE en el Festival de Venecia. Era 2015 y hacía muchos años que el cine se había impuesto a la fotografía, pero nunca abandonó su cámara.
“Mi vocación fotográfica fue temprana por imperativo amoroso”, afirmaba el artista en el prólogo del libro Carlos Saura. España Años 50.
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“Obra indispensable”
Las reacciones de pesar por la muerte de este realizador frecuentemente citado entre los grandes del cine español, junto a Luis Buñuel y Pedro Almodóvar, no se hicieron esperar.
“Con Carlos Saura muere una parte importantísima de la historia del cine español. Deja tras él una obra indispensable para la reflexión profunda sobre los comportamientos del ser humano. Descansa en paz, amigo”, tuiteó el actor español Antonio Banderas.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, lo describió en Twitter como una “figura fundamental de la cultura española”, cuyo “talento es y será siempre patrimonio cultural de nuestra historia gracias a películas inolvidables como Ay, Carmela o La prima Angélica”.
Una de sus hijas, Anna, colgó en Instagram una foto junto a su padre y escribió: “Descansa en paz, gracias por tantísimo”.
De lo lírico a lo documental
Director de Cría cuervos en 1975, una alegoría de la dictadura que asfixió a su país hasta ese año que recibió el premio del jurado en Cannes, Saura se movió en el realismo social en las primeras décadas de su carrera para luego privilegiar sobre todo largometrajes musicales.
Saura, que firmó en total medio centenar de filmes, obtuvo su primer gran reconocimiento internacional en 1966, al ganar el Oso de Plata a la mejor dirección en Berlín por La caza.
De estética sofisticada y un estilo que iba de lo lírico a lo documental, Saura puso el foco en los males de la sociedad y sus perdedores, pero luego de terminada la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) volvió su cámara hacia su otra pasión, la música y la danza.
Así, en los años 80 produce su trilogía flamenca: Bodas de sangre (1981), Carmen (1983), con una nominación al Óscar a mejor película extranjera, y El amor brujo (1986), junto al bailaor Antonio Gades.
También rodó odas de amor al tango o al fado, al folclore argentino o a la jota, pero sobre todo a su amado flamenco, convirtiéndose, un poco a su pesar, en un embajador de la cultura española.
De todas maneras, Saura dijo en una entrevista con la AFP en el 2016 que el reconocimiento en su país le llegó “con la vejez” y que, si fuera por el apoyo que recibió en su país, “solo habría rodado una película”.
Casado en varias ocasiones y padre de varios hijos, mantuvo una relación con Geraldine Chaplin, su musa con la que tuvo un hijo.