Ciencia

Científicos descubren un animal que se disfraza como una termita para colarse en sus colonias y sobrevivan sus crías

Investigadores han identificado una mosca cuyas larvas engañan a las termitas para integrarse en sus colonias. Su asombroso camuflaje desafía lo conocido sobre el parasitismo social en insectos.

Los investigadores descubren una larva de mosca azul capaz de usar la cabeza falsa de termita en su parte trasera. Foto: Science Direct
Los investigadores descubren una larva de mosca azul capaz de usar la cabeza falsa de termita en su parte trasera. Foto: Science Direct

En las profundidades del suelo rocoso de Marruecos, un equipo de biólogos ha identificado una especie de mosca cuyas larvas han desarrollado un sofisticado mecanismo de mimetismo para infiltrarse en colonias de termitas y garantizar su supervivencia. Este hallazgo, realizado en la cordillera del Anti-Atlas, sugiere una evolución acelerada del parasitismo social en insectos, un fenómeno poco documentado en la naturaleza.

Las larvas de esta mosca, perteneciente al género Rhyncomya, han desarrollado una estrategia de camuflaje sin precedentes. No solo imitan la apariencia física de las termitas, sino que replican su comportamiento y hasta su olor, evitando ser detectadas como intrusas. Este descubrimiento podría redefinir los límites del mimetismo en la naturaleza y aportar nuevas perspectivas sobre la especialización de los insectos en sus entornos.

Una mosca que engaña a las termitas

Las termitas han desarrollado sofisticados mecanismos de defensa para protegerse de amenazas externas. Utilizan sus antenas para inspeccionar a cualquier individuo que ingrese a su nido y cuentan con soldados con mandíbulas especializadas para eliminar intrusos. A pesar de estas barreras de seguridad, las larvas de Rhyncomya han logrado establecerse dentro de las colonias sin ser reconocidas como extrañas. La clave de su éxito radica en su capacidad para imitar a las termitas en aspectos físicos y químicos que desafía así los sistemas de identificación de estos insectos sociales.

 Moscas con una máscara de termita en la parte posterior del cuerpo, con falsos ojos y antenas. Foto: Current Biology

Moscas con una máscara de termita en la parte posterior del cuerpo, con falsos ojos y antenas. Foto: Current Biology

El descubrimiento se produjo cuando un equipo de biólogos dirigido por Roger Vila, del Instituto de Biología Evolutiva en España, exploraba la fauna del Anti-Atlas. Durante su expedición, los investigadores encontraron tres larvas desconocidas en un montículo de termitas y, tras un análisis más detallado, se percataron de que estas criaturas no solo convivían con las termitas, sino que eran atendidas por ellas. En posteriores expediciones, lograron hallar solo dos ejemplares adicionales, lo que sugiere que esta especie es escasa y altamente especializada en este tipo de relación parasitaria.

Cómo las larvas logran pasar desapercibidas

El camuflaje de estas larvas es sorprendentemente detallado y abarca varias dimensiones. Su anatomía está adaptada para parecerse a las termitas, con una estructura en el extremo posterior de su cuerpo que imita una cabeza con antenas y ojos falsos. Estos ojos, sin embargo, no son órganos visuales reales, sino espiráculos respiratorios modificados para replicar la apariencia de las termitas recolectoras. Además, su cuerpo está cubierto de filamentos similares a antenas, lo que les permite interactuar con las termitas sin generar sospechas.

 Las termitas socializan con larvas de mosca azul en la naturaleza. Foto: Current Biology

Las termitas socializan con larvas de mosca azul en la naturaleza. Foto: Current Biology

Más allá de su apariencia, las larvas de Rhyncomya han desarrollado una estrategia química para integrarse en la colonia. Los análisis han revelado que su composición química es indistinguible de la de las termitas con las que cohabitan, permitiéndoles evadir cualquier alerta olfativa que pueda delatarlas. Este nivel de adaptación ha llevado a las termitas no solo a tolerar su presencia, sino también a acicalarlas e, incluso, a alimentarlas. La complejidad de este engaño biológico sugiere que la evolución ha favorecido a aquellas larvas capaces de integrarse perfectamente en la sociedad de sus anfitrionas.

Claves de la evolución del camuflaje en insectos

El parasitismo social en insectos es un fenómeno poco estudiado y este caso en particular representa una evidencia excepcional de su sofisticación. La evolución ha llevado a estas moscas a desarrollar un nivel de mimetismo que desafía las estrategias de defensa de las termitas, revelando la capacidad de adaptación extrema de ciertos organismos en la naturaleza. La existencia de un camuflaje tan elaborado sugiere que el proceso evolutivo de esta especie ha estado impulsado por la necesidad de infiltrarse con éxito en un entorno hostil y altamente estructurado.

El caso de Rhyncomya no es el único ejemplo de insectos que han desarrollado estrategias de imitación para sobrevivir, pero sí es uno de los más sorprendentes por la complejidad del engaño. Otras especies, como las moscas del género Phoridae, también han evolucionado para parecerse a las termitas, aunque en su etapa adulta. Sin embargo, la distancia evolutiva entre estos insectos indica que sus estrategias de infiltración han surgido de manera independiente, en un fenómeno conocido como evolución convergente. Este descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre la capacidad de los insectos para adaptarse a entornos extremadamente especializados y sugiere que aún queda mucho por descubrir sobre la diversidad biológica oculta en el subsuelo.