Hace unos días, Sony lanzó un sorpresivo video mostrando el tedioso proceso para instalar una unidad SSD adicional en nuestra PS5. Esta posibilidad había sido solicitada por meses, pues la capacidad de almacenamiento con la que viene la consola de fábrica no es de las mejores. Aun así, se suma una preocupación más respecto al tipo de dispositivos que tendremos que usar, y la marca ha decidido aclarar de una vez por todas.
En un inicio, la PS5 fue publicitada como una plataforma capaz de eliminar por completo los tiempos de carga (que han sido una constante en las consolas desde la quinta generación). Para ello, la marca japonesa insistía que la unidad interna contaba con tecnología especial, por lo que, en el futuro, se requeriría de un tipo específico de unidades SSD para ampliar el espacio.
Ahora sabemos que dichos requisitos no son nada del otro mundo. Sony hizo un anunció bastante específico y confirmó que la PlayStation 5 es compatible con cualquier SSD de tipo M.2 (2230, 2242, 2290 y 22110). Eso sí, se necesita una capacidad mínima de 250 GB y máxima de 4 TB.
Los SSD compatibles con PS5 necesitan contar con refrigeración pasiva, de lo contrario, podría haber serios problemas con el calor. Las dimensiones también son importantes, pues el dispositivo no puede sobrepasar los 110 mm de largo, 25 mm de ancho y 11,25 mm de alto
Aun así, uno de los puntos clave que Sony también mencionó es la velocidad. La marca recomendó utilizar unidades capaces de llegar a los 5,5 GB por segundo, pero no mencionó este factor como indispensable. Ahora, gracias a Mike Fitzgerald, director de tecnología de Insomniac Games, sabemos que podremos usar una SSD de velocidades inferiores. La única diferencia notable será una lentitud de hasta el 15% en la carga de algunos títulos.
Pese a ello, Fitzgerald recomienda que, si pensamos expandir la capacidad de nuestra PS5, optemos por un buen producto, de alta calidad y rendimiento, pues todos los juegos dependerán del mismo.