G2A, una conocida tienda de venta de llaves de producto, estuvo siempre bajo las sospechas de gamers y desarrolladores por ser uno de los negocios con los precios más cómodos para videojuegos; sin embargo, el pasado 21 de mayo, las mismas quedaron justificadas.
Por medio de un comunicado en su sitio web oficial, la compañía G2A confesó haber puesto a la venta de códigos de producto de videojuegos obtenidos de forma ilegal. Es decir, robados.
Esta mala práctica fue siempre una posibilidad para los muchos críticos de la tienda, a la que culparon —por años— de no implementar un buen sistema de prevención de fraude o verificación, incluso de forma adrede.
El tiempo hizo que G2A sea vista como una de las empresas con menor reputación entre la comunidad gamer, pero también una de las más conocidas. Todo desembocó en la realización de una campaña para limpiar su imagen que acabó mal para ellos.
Wube Software, creadores del videojuego Factorio, escuchó atentamente cuando G2A prometió pagar 10 veces la pérdida a todos los desarrolladores que comprobaran si la tienda ofrecía claves de producto robadas de su juego.
El estudio puso manos a la obra y descubrió que existían un total de 198 llaves fraudulentas de su juego Factorio, que fueron vendidas a través de G2A. Esto significa que la tienda debe pagar ahora 40.000 dólares.
“La comunidad de desarrolladores de juegos tiene nuestra solidaridad y simpatía en este tema, y queremos seguir construyendo puentes. A partir de ahora, compensaremos a los desarrolladores con el valor total de los cargos por devolución en los que incurran”, señalaron desde G2A.