Cada año, miles de peruanos toman la decisión de cruzar fronteras en busca de nuevas oportunidades y uno de estos países elegidos es Canadá por ser un destino prometedor. Este fenómeno migratorio, que ha ido en aumento durante la última década, no solo refleja la búsqueda de un mejor bienestar económico y social, sino también la aspiración a una mejor calidad de vida. Las políticas inclusivas y las oportunidades de empleo en sectores como la tecnología, la educación y la salud hacen de Canadá un imán para los peruanos que desean reconstruir sus vidas en un entorno que prometa seguridad y estabilidad.
Sin embargo, este no es el caso de la canadiense Véronique Angers, quien decidió dejar su trabajo como docente y también su país para migrar a Perú y poder disfrutar de este país que ama y admira, ya que su sueño es empezar una nueva vida personal, profesional y económica, pues desea ampliar su emprendimiento de marca de ropa.
En primer lugar, Véronique Angers ansiaba venir a vivir en Perú, puesto que la familia de su esposo Alejandro es peruana, por lo que ella se considera "canadiense peruanizada". No solo por ello, también por el amor que siente por este país. Ella considera que Perú es un lugar especial en su vida y en el que se puede realizar tantas actividades como turismo, emprendimiento, mejorar profesionalmente y sobre todo estar con la familia que adora. Además, está enamorada de la gastronomía peruana y la denomina como la mejor del mundo.
—¿Qué sientes de regresar a Perú, pero a vivir, ya no de vacaciones?, le pregunta su esposo.
—¡Es un sueño! Es un sueño porque cada vez que regresábamos los últimos tres años era solo por un periodo corto: dos semanas o un mes. Ahora ya ha pasado un año desde que no he ido. Desde que nos conocemos, es la vez que he pasado más tiempo fuera de Perú y realmente me chocó mucho: es casi un año que no estoy allá.
Uno de los platos favoritos de la "canadiense peruanizada". Foto: vangers1/Instagram
Debido a que en su lugar de origen la cultura es muy distinta y, según ella, "rígida y no improvisada", migra a este país sudamericano con el objetivo de buscarse y encontrarse a sí misma.
—¿Qué hace que sientas que Perú es tu hogar?, le cuestiona muy interesado su esposo peruano.
—Me siento viva en Perú, me siento inalcanzable. Siento que puedo hacer todo, que todo es divertido. Sobre todo, me gusta esto que —antes yo no era una persona muy improvisada— estás libre un día equis, dices como "¿quién quiere venir?" y el mismo día se organiza. Este lado de improvisar, de siempre hacer cosas, me gusta (…). Además, en Lima hay muchas cosas que hacer: sales en la mañana, regresas recién en la noche. Me siento viva en Perú.
Véronique en su tienda de ropa Vangers, ubicada en Gamarra. Foto: vangers1/Instagram
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El emprendimiento es tanto de Véronique como de Alejandro, quienes tuvieron la gran idea de recorrer todo el territorio peruano para mostrar al mundo la cultura de este país. A raíz de su descubrimiento, lograron identificar las identidades de cada comunidad para así poder adaptarlas en diversas prendas que hoy en día son colecciones únicas por parte de ellos o como lo llaman "son tradición, arte y cultura milenaria". Dicha marca de ropa se llama Vangers y cuenta con tres sedes en el distrito de La Victoria (Gamarra), de Miraflores y en la ciudad de Cusco.
La familia peruana-canadiense inaugurando su primera tienda de ropa. Foto: vangers1/Instagram