Ya no falta nada para el día central de las festividades por Santa Rosa de Lima. Muchos peruanos disfrutarán del feriado largo por estas fechas y, por lo mismo, visitar Santa Rosa de Quives se convierte como una opción ideal para pasar buenos momentos en familia.
La sierra de Lima cuenta con muchos atractivos, como el clima templado que convoca a cientos de personas que desean escapar de la rutina, el frío y que buscan lugares turísticos para visitar.
Santa Rosa de Quives se ubica en el valle del río Chillón. Para llegar a este lugar, se debe viajar por la carretera Lima- Canta. Existen dos rutas de ingreso, los cuales se unen en el distrito de Carabayllo. La primera opción es viajar por la Av. Universitaria. En tanto, la segunda es por la Av. Túpac Amaru.
El tiempo de llegada, partiendo desde la capital, es de dos horas aproximadamente, dependiendo del tráfico que se genere.
Uno de los puntos más visitados en este distrito es la casa donde vivió Santa Rosa de Lima. Aquí cumplía sus penitencias en un espacio que fue hecho por su hermano. Actualmente, es un lugar muy importante para cientos de fieles, quienes convirtieron la zona en un santuario.
Además, también podrás encontrar el Pozo de Quives, uno muy parecido al Convento de Santa Rosa de Lima, ubicado en el Centro de Lima.
Esta zona también es muy famosa por sus deportes de aventura, como canotaje y trekking. Sumado a ello, su gastronomía también es bastante llamativa. Podrás disfrutar de una gran variedad de restaurantes campestres que deleitan con sus comidas típicas, elaboradas con insumos cosechados en el valle.
El transporte para llegar a este destino tiene un costo aproximado de S/ 10 por persona. El hospedaje varía de los S/ 20 a S/ 40 y algunas actividades están disponibles desde los S/ 40.
Este 2022 el pozo de los deseos volverá a ser abierto, debido a que los últimos dos años permaneció cerrado por la pandemia del covid-19. Foto: composición LR/Andina.
Rosa de Lima fue convertida en santa por el papa Clemente X en 1671. El hecho provocó que la beata peruana sea una de las primeras nacidas en América que tuvo el honor de recibir el reconocimiento canónico de la iglesia católica.
Sumado a ello, en el año 1669, fue proclamada como excelsa patrona de Lima y del ‘nuevo mundo’, y de las Filipinas fue en 1670. Además, la Policía Nacional de la República del Perú la tiene como la patrona de su institución, así como lo es de los agentes del orden de Paraguay y las Fuerzas Armadas argentinas.
Desde el 18 de septiembre 1989, Santa Rosa de Lima es considerada la patrona de la Policía Nacional del Perú, según el Decreto Supremo 27-89, publicado en el diario oficial El Peruano.
La razón por la que Santa Rosa es denominada la patrona de las fuerzas policiales es porque “es el símbolo y reflejo de la conducta moral que pretenden seguir sus efectivos”, según señala el Decreto Supremo. Esto, debido a las excelentes virtudes que la santa profesaba.
En 1995, la imagen de Santa Rosa de Lima fue condecorada con la Orden al Mérito de la PNP y la Banda Honorífica como generala de la Policía Nacional, con lo cual se solidificó como la patrona de la institución.
De los muchos milagros que se le atribuyen a Santa Rosa de Lima, los más conocidos son los siguientes: la protección de la ciudad de Lima del corsario holandés Joris Spitberg, lluvia de flores perfumadas frente al papa Clemente IX y curación de enfermos.
Santa Rosa de Lima murió, tal y como lo había profetizado, un 24 de agosto de 1671 por la mañana. El mismo día de la fiesta de San Bartolomé. Los últimos tres meses de su vida la pasó enferma de tuberculosis, lo cual la llevó a una situación
Se quedó en este tiempo en la casa de Gonzalo de la Maza, un contador notable del gobierno virreinal, y de su esposa María de Uzategui. Por ello, en ese lugar se levantó el Monasterio de Santa Rosa de Lima.
Actualmente, sus restos se veneran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Lima, con notable devoción de los pobladores y también llegan a visitarla de distintas partes de América. Del mismo modo, existe una Capilla dedicada a su culto en el Crucero del Templo dominicano.