Los celulares se han convertido en una extensión de nosotros mismos. Estos dispositivos multifuncionales no solo nos mantienen conectados con el mundo, sino que también nos permiten realizar una amplia gama de actividades diarias, desde trabajar hasta entretenernos. Debido a su importancia, es crucial mantener nuestros smartphones en buen estado para asegurar una experiencia de uso óptima y segura.
Sin embargo, es común que, tras un accidente, muchos usuarios continúen utilizando su celular con la pantalla rota o con el protector de pantalla dañado. Aunque puede parecer una solución temporal inofensiva, esta práctica puede conllevar una serie de riesgos significativos tanto para la salud del usuario como para la integridad del dispositivo. En ese sentido, exploramos los peligros de usar un teléfono con la pantalla o el protector de pantalla roto y por qué deberías reemplazarlo de inmediato.
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Los protectores de pantalla están diseñados para proteger la integridad de la pantalla de tu celular. No obstante, una vez que se rompen, ya no cumplen de forma adecuada su función y pueden convertirse en una fuente de problemas adicionales. Aquí te presentamos los principales riesgos:
Distorsión visual y esfuerzo ocular: Una pantalla con protector roto puede causar distorsiones visuales, lo que hace que leer textos o ver imágenes sea más difícil. Esto obliga a tus ojos a esforzarse más, esto puede llevar a fatiga ocular y dolores de cabeza.
Cortes en los dedos: Los protectores de pantalla de vidrio templado tienden a fragmentarse cuando se rompen, creando bordes afilados y fragmentos sueltos. Manipular el dispositivo en este estado puede resultar en cortes dolorosos en los dedos.
Mayor incomodidad debido a reflejos: Las grietas en el protector pueden aumentar los reflejos, sobre todo bajo la luz solar directa, lo que dificulta la visibilidad de la pantalla y obliga a forzar la vista.
Protección comprometida: Un protector roto ya no brinda la protección necesaria a tu celular. En caso de una nueva caída, es probable que la pantalla real sufra daños mayores, lo que podría resultar en reparaciones costosas.
Infiltración de líquidos y suciedad: Las grietas permiten que líquidos, polvo y otras partículas entren en contacto con la pantalla del dispositivo. Esto puede causar daños internos severos y, en algunos casos, la infiltración de líquidos puede provocar problemas funcionales en el teléfono.
Gastos adicionales de reparación: Si los fragmentos del protector se incrustan en la pantalla o si líquidos y pegamentos se infiltran, podría ser necesario llevar el dispositivo a un servicio técnico especializado. Esto implica un gasto adicional considerable que podría haberse evitado con el simple reemplazo del protector.