En un panorama tecnológico donde la privacidad se ha convertido en una prioridad absoluta, Apple ha demostrado su compromiso constante con la seguridad de sus usuarios. Las innovaciones implementadas en los sistemas operativos del gigante tecnológico buscan no solo proteger los dispositivos, sino también anticiparse a los riesgos asociados con accesos no autorizados y la pérdida de información.
Recientemente, expertos han detectado un cambio relevante en iOS 18, la última versión del sistema operativo de Apple. Esta actualización introduce una función automatizada que podría pasar desapercibida para muchos, pero que tiene un impacto significativo en la protección de los datos personales. Los informes señalan que, tras 72 horas de inactividad, los iPhones se reinician de manera automática, un comportamiento diseñado para reforzar las medidas de seguridad en caso de que el dispositivo quede desatendido.
Apple ha introducido en iOS 18.1 una funcionalidad que eleva los estándares de privacidad. Los iPhones ahora cuentan con un temporizador de inactividad que supervisa el uso del dispositivo. Si transcurren tres días sin desbloquearse, el sistema activa un reinicio automático que cambia el estado del dispositivo de AFU (After First Unlock) a BFU (Before First Unlock).
La transición al estado BFU impide que herramientas forenses, delincuentes cibernéticos o incluso las autoridades puedan acceder a los datos almacenados. Aunque Apple no ha confirmado de manera oficial esta característica, investigadores han validado su funcionamiento al observar patrones de reinicio en dispositivos bajo custodia policial.
PUEDES VER: Nuevo modo 'Walkie-Talkie' de WhatsApp: conoce cómo activar y disfrutar esta divertida función
La implementación de esta función subraya el compromiso de Apple con sus usuarios, destacando varias ventajas clave:
No obstante, esta característica no está exenta de inconvenientes. Algunos usuarios podrían encontrarlo problemático, especialmente aquellos que no utilizan sus dispositivos con regularidad. Los reinicios automáticos podrían generar interrupciones en aplicaciones o servicios que dependen de un funcionamiento continuo.