Hoy en día, millones de personas en el mundo cuentan con un smartphone que les permite efectuar una amplia variedad de actividades importantes. Si tienes un móvil que ya se estrenó algunos años atrás en el mercado, es probable que ignores que ya se encuentra cerca de su estado de obsolescencia. ¿Qué tener en cuenta para saber que ya deberías comprar un teléfono más moderno? Te explicamos las pistas que debes revisar en tu equipo personal.
Es necesario que consideres que los criterios que te compartimos líneas abajo, aplican para la gran mayoría de celulares que se fabrican en la industria, por lo que te servirán mucho, ya sea que tengas un Android o un iPhone. En todo caso, son conceptos que también corresponden a modelos de cualquier gama de precio, desde dispositivos que son económicos hasta los más premium. Toma nota.
En primer lugar, verifica que tu celular todavía pueda actualizar su sistema operativo, ya que si no recibe más parches serás incapaz de seguir usando tus aplicativos instalados y quedarás expuesto a ciberataques. Cuando tu software deja de renovarse, ya no incorpora paquetes que corrigen las nuevas brechas de seguridad que surgen y por lo mismo los hackers serán capaces de infiltrarse en tu móvil para robar tus datos personales sin que te enteres de ellos.
Por otro lado, si tienes un móvil que se estrenó hace años, es probable que sus componentes internos ya no sean suficientes para cumplir las exigencias que imponen las apps modernas. Por ejemplo, si la RAM de tu móvil es limitada, comenzarás a experimentar problemas específicos, como que tus aplicaciones y acciones se ejecutan lento, ya que no se cuentan con recursos necesarios y, por lo tanto, se satura constantemente.
Asimismo, si notas que tienes que recargar tu celular seguido o debe estar conectado al cargador para que no se apague, entonces su batería se ha degradado significativamente con el uso que le has dado con los años. Para ese caso puntual, considera que es un componente muy sensible y la problemática no se corrige fácilmente, así que no te quedará otra que reemplazar la pieza u optar por un teléfono nuevo o no podrás usar tus apps. Además, si se sobrecalienta con frecuencia, otros elementos podrían dañarse y es posible que se ocasione un cortocircuito.
Del mismo modo, si la cámara de tu smartphone ya no enfoca bien o simplemente te ofrece fotografías y videos de baja calidad, es porque se trata de un móvil que debido a los materiales que lo componen tiene una resolución limitada. Por lo tanto, los contenidos que generas para tus redes tendrán menor atractivo, a comparación de otros usuarios, y lo notarás cuando tus publicaciones se vean muy pixeleadas.
Finalmente, otro de los problemas que revela que necesitas cambiar de móvil es la falta de almacenamiento. Muchos teléfonos antiguos ofrecen espacios que van desde los 8 hasta los 64 GB, dimensiones que hoy en día se saturan fácilmente con algunos aplicativos instalados en el móvil y pocas fotos y videos que se guardan. Ante esa situación, tendrás que eliminar archivos constantemente o transferirlos a otros espacios, una situación que resulta desgastante a largo plazo en tu experiencia de uso. Los fabricantes ya ofrecen modelos modernos con capacidades que van desde los 128 GB en adelante.