Hasta antes de la llegada de los smartphones, las personas, que no contaban con un teléfono propio, solían realizar llamadas en las cabinas que se encontraban en las calles. Así, muchos cargaban con monedas para contactar a sus amigos o familiares y trataban de minimizar el tiempo consumido para ahorrar el máximo dinero posible. Sin embargo, se sabe que hubo quienes lograron ‘hackear’ los puestos públicos para llamar sin hacer pago alguno.
Según el portal Hack Story, The den of the demons group of phreakers fue un grupo de phreakers de cabinas telefónicas. Entre sus investigaciones más populares, lograron explicar cómo hacer llamadas totalmente gratuitas.
El hack fue denominado como ‘chaping’ y permitía llamar gratis a cualquier número con solo utilizar una chapa de una lata de gaseosa. Tal fue el impacto de su descubrimiento, que miles de usuarios sacaron provecho de ello y la empresa de telecomunicaciones tuvo que tomar cartas en el asunto para no perder ingresos.
PUEDES VER: WhatsApp tendrá su versión de tarjetas de contacto laborales para que no necesites una física
PUEDES VER: El auto del futuro existe: funciona con agua salada y tiene una autonomía de casi 1.000 km
Y listo, podías hablar por cerca de un minuto sin interrupciones. En caso de que hubieras deseado prolongar la llamada, debías introducir nuevamente el metal en la ranura y se extendía el tiempo por otros sesenta segundos y así en reiteradas ocasiones.
Aunque todavía existen cabinas que están operativas, lo cierto es que la vulnerabilidad ha sido resuelta y ya no es posible aplicarla.