Microsoft Edge dispone de una serie de herramientas que optimizan el rendimiento, aumentan la duración de la batería y ahorran recursos de una PC. Dichas características consiguen que sea una plataforma veloz, con una notable capacidad de respuesta y un público cada vez más extenso. Además, permiten diferenciarlo de los demás navegadores web con una propuesta sorprendente: suspende pestañas para ahorrar miles de terabytes de RAM.
Una estadística compartida desde la cuenta de Twitter de Microsoft afirma que la función Sleeping Tabs ha ahorrado a los usuarios 273,7 petabytes (273.000 TB) de RAM en los últimos 28 días. Es una cifra equivalente a, aproximadamente, 39 MB por cada ventana abierta.
Sleeping Tabs ha sido diseñada para los usuarios que suelen tener docenas de páginas abiertas en simultáneo. Es una práctica que consume demasiados recursos del sistema, como RAM y uso de CPU, pero la función utiliza la tecnología de ‘congelación’ de Chromium, por lo que las ventanas inactivas pasan a reposo.
Utilizar 39 MB parece un número aceptable, pero puede significar una diferencia cuando hay múltiples pestañas en funcionamiento en dispositivos que no tienen tanta memoria. Sleeping Tabs también es útil para prolongar la duración de la batería de las laptops.
La herramienta está habilitada de forma predeterminada en Edge y puedes dirigirte al menú de configuración y cambiar el tiempo que debe pasar para que una pestaña quede inactiva. Ve al apartado de ‘sistema y rendimiento’ > ‘optimizar rendimiento’ y así lo modificarás.
Microsoft hizo un salto entre Windows 8 a Windows 10. ¿Pero qué sucedió con el número 9? En septiembre del 2014, la empresa impresionó a sus seguidores al anunciar la décima edición de su sistema operativo en lugar de la versión que tendría que haber continuado, Windows 9. El motivo tenía mucho que ver con su antecesor y lo que significó.
Windows 8 quiso ser una propuesta innovadora, pero no fue bien recibida en su momento. Se consideró un fracaso del gigante tecnológico e incluso la actualización 8.1, lanzada en el 2013, corrigió algunas de sus características impopulares.
Con Windows 10 intentaron establecer una ruptura en la serie. Sin embargo, Microsoft casi no se pronunció de forma oficial sobre la omisión de Windows 9.