Los megapíxeles son una de las características más trascendentales de los teléfonos celulares. Es una medida que se ha adoptado desde el paso de la fotografía analógica a la digital y que ya es un estándar de calidad. Como las cámaras móviles son la evolución de las digitales compactas, estas también emplean los megapíxeles como una estimación de lo que podría aportar un sensor.
De este modo, es cierto que reducir la cantidad implicará una pérdida evidente de posibilidades en las fotos, pero no es determinante en el rendimiento de las cámaras móviles actuales, ya que la mayoría ofrece megapíxeles de sobra.
A continuación, te contaremos por qué motivo la calidad de fotos que obtienes de tu celular son inferiores a las que registra una cámara profesional. También, descubrirás las razones por las que no deberías fijarte solo en los megapíxeles al momento de hacer una compra.
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Un megapíxel es la unidad de tamaño. Hace referencia a lo que medirá la fotografía que capta la cámara y cada uno de estos se representa como 1.000 x 1.000 píxeles.
Este señala la resolución de la imagen, el tamaño a proyectar en la pantalla. Y, como la pantalla de un celular acostumbra a ser Full HD (1.920×1.080 píxeles), la resolución mínima de la foto para que se aprecie correctamente es de aproximadamente dos megapíxeles.
Una dimensión superior a ese rango, dos megapíxeles, funciona para que puedas hacer zoom o recortes sin que el resultado pierda calidad (pero siempre sobre una pantalla digital).
Es una medida de tamaño que referencia la cantidad de píxeles de una fotografía. Mientras mayor es el número, más grande será la imagen. Ahora, ¿más grande significa mejor? La respuesta es un rotundo no.
Por lo mismo que el destino de las fotografías es una pantalla de celular o, a lo mucho, de una computadora, se mantiene la media de los dos megapíxeles. Así, cualquier imagen captada con un equipo actual se apreciará correctamente. No estará pixelada, ni con los cuadros que se observan al aumentar la resolución de una foto por sobre su tamaño original.
¿Cuál es el beneficio de tener una cámara con bastantes megapíxeles? Se puede hacer zoom y recortes sin que pierda calidad aparente. Al tomar una porción de la imagen se recorta su tamaño, pero si dicho fragmento es mayor que el tamaño de la pantalla, la foto se observará de forma correcta.
La calidad de una foto es que se pueda ver nítida al ofrecer el enfoque correcto en la zona que se quiera destacar en la imagen. La iluminación tiene que ser uniforme para que se aprecien los elementos sin errores.
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Como el smartphone es un aparato pequeño, no dejará de tener una limitación a la hora de capturar la luz: los componentes se adaptan al interior. Con ello, los materiales sufren en diferentes escalas cuando se toman fotos a oscuras. Si el equipo es capaz de obtener buenas imágenes con poca iluminación, entonces la cámara es de calidad.
Queda claro que los megapíxeles son esenciales, pero no se puede resumir la calidad de una cámara solo en ellos. Existen diversos valores en los que hay que fijarse y siempre considerando que no se le puede exigir a una cámara móvil que se comporte como una profesional. Han progresado considerablemente, pero todavía tienen sus limitaciones.
La óptica y el sensor de un celular es muy pequeño comparado a una réflex. Es un claro indicativo de las diferencias. Un dispositivo dedicado a una solución en particular casi siempre ofrecerá más calidad que otro que realiza diferentes labores.
Según indican desde el Instituto de Óptica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, lo importante es el tamaño del píxel y no el número. Esto se determina por el sensor, que es la parte a cargo de recoger la luz.
“El tamaño del sensor de imagen es importante y, cuanto más grande es el sensor, más grandes son sus píxeles. Y cuanto más grandes son los píxeles, más luz puede recoger. Cuanta más luz pueda captar, mejor será la imagen”, resume la revista Scientific American.
En la siguiente imagen se pueden apreciar las diferencias en las dimensiones de los píxeles y como influyen en la calidad.
Comparación del tamaño de pixel. Foto: Atlas
Desde que empezó la pandemia, las webcam se han convertido en una herramienta muy importante para los estudiantes y personas que trabajan desde casa, ya que les permite mostrarse frente al resto y participar de forma activa durante las videollamadas.
Aunque son un componente necesario en la mayoría de computadoras, sobre todo en las portátiles, lo cierto es que pueden utilizarse para espiar a alguien sin su consentimiento. A este acto se le conoce como camfecting y es una grave invasión a la privacidad.
Si la luz se enciende sola es muy probable que alguien esté usando tu webcam de forma remota. Foto: AVG