Hoy en día, las redes Wi-Fi son un bien necesarias. Para cualquier hogar con más de un habitante, la necesidad de mantenerse conectado a través de dispositivos como un teléfono, tablet, laptop e incluso una TV es imprescindible. Por ello, contar con una buena señal distribuida por toda la casa es de vital importancia. ¿Cómo podemos mejorarla sin recurrir siempre a un experto?
Muchas personas creen que las redes Wi-Fi son un tema extremadamente técnico, y que si la conexión del hogar resulta ser lenta, es necesariamente por algún problema que solo una persona entrenada podría entender. La realidad es que las redes inalámbricas dependen mucho de la forma en cómo las usamos, y de algunos hábitos domésticos que pueden marcar la diferencia.
Para demostrarlo, te comentaremos tres consejos fáciles, útiles y muy efectivos para que tu red Wi-Fi pueda mejorar, tanto en señal como alcance, y así sufras mucho menos de los habituales problemas de falta de cobertura o lentitud.
Puede parecer obvio, pero gestionar la ubicación de tu router no significa únicamente posicionarlo en la parte más central de la casa. Las redes inalámbricas se comportan de manera muy específica y, a veces, son muy susceptibles a las paredes.
En este caso, lo mejor será gestionar el espacio de tu router a tus dispositivos (como puede ser una TV o tu habitación), de acuerdo a la distribución de tu propio hogar. Evita los obstáculos como paredes, otros equipos y ubícalo en una posición alta.
El rendimiento de una red Wi-Fi está directamente afectada por el uso de ancho de banda. Mientras más dispositivos tengas conectados, mayor uso de este espectro se tendrá. Una buena práctica es darle prioridad a algunos equipos por sobre otros. Si priorizas, por ejemplo, los teléfonos móviles y las laptops con las cuales trabajas, podrías ver una diferencia notoria.
Muchos problemas de conexión se derivan de intrusos o ataques a la red con origen externo. Debes recordar que un router es prácticamente una computadora con su propio procesador, memoria RAM y demás. Por lo tanto, debes asegurarte de mantenerlo a salvo de ataques. Cambia la contraseña por una segura, oculta el nombre de tu red y monitorea las conexiones constantemente.
Para conectarte a una red Wi-Fi es necesario que sepas la clave, de lo contrario, no podrás utilizar internet. Sin embargo, existe un método más sencillo con el que no tendrás que colocar ningún password. ¿Te gustaría saber cómo?
Se trata de wificard.io, una herramienta online capaz de crear un código QR de tu Wi-Fi para que cualquier persona que vaya a visitarte pueda acceder sin tener que colocar una contraseña de seguridad. Además, es ideal para ciertos negocios como hoteles, cafeterías u otros establecimientos.
Así luce la interfaz de wificard.io. Foto: Genbeta
No es recomendable conectarse a redes Wi-Fi públicas, como las que brindan algunos centros comerciales o cafeterías, ya que un hacker puede entrar y acceder a todos los dispositivos que se han conectado a ella.
Incluso, los cibercriminales están creando puntos de acceso gratuito a Internet para que el usuario entre y puedan acceder a la información que hay en su smartphone. En lo que respecta a los datos 4G, la conexión suele estar cifrada, por lo que se trata de una infraestructura mucho más segura que una red de Wi-Fi pública.