L.L., de 11 años, es un símbolo de lucha y amor, pero también su caso revela la falta de cultura de la donación de órganos en el Perú. La menor natural de la región Piura dejó de existir a causa de una insuficiencia hepática, y su nombre, ahora, forma parte de la lista de personas que fallecieron en espera de un trasplante de órganos. Su historia se hizo pública el 5 de enero de 2023, cuando fue trasladada al Hospital Edgardo Rebagliati (Lima), luego de las gestiones que realizaron sus familiares, con la esperanza que la adolescente sobreviva al mal que la aquejaba.
Los seres queridos de la menor jamás se rindieron. Tanto es así que realizaron una cruzada de oraciones y de solidaridad para obtener recursos que permitan solventar los gastos del tratamiento y realizar pruebas de compatibilidad para identificar potenciales donantes de hígado para salvar la vida de la menor.
Con el paso de los días, las noticias no eran alentadoras y se esfumaba la esperanza de encontrar un donante B+ de hígado. En este proceso, su estado de salud empeoró y falleció este viernes 10 de febrero en medio de la tristeza y congoja no solo de sus seres queridos, también de la población piurana, que siempre se mantuvo a la expectativa de su tratamiento.
Para la familia, la muerte de la menor debe ser un mensaje para la población sobre la importancia de la donación de órganos para salvar vidas, sin importar la edad, condición social o religión.