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Salud

Protectores faciales: recomendaciones y aspectos a considerar en su uso contra la COVID-19

Las autoridades han dispuesto el uso de protectores faciales con el fin de evitar una mayor propagación del nuevo coronavirus. ¿Qué dicen los especialistas acerca de su efectividad y cuáles son las ventajas y desventajas de su empleo?

Los protectores faciales han sido recomendados por el Ministerio de Salud en el contexto de la COVID-19. Ante ello, la Línea 1 del Metro de Lima, el Metropolitano y los corredores de la capital del país ya han implementado que su uso sea obligatorio. A partir del lunes 27 de julio, también lo será para todo el sistema de transporte urbano. Con nuevas directivas, conoce algunos aspectos importantes a considerar en su empleo contra la nueva enfermedad.

También llamadas escudos faciales, caretas y pantallas faciales, este producto está diseñado para ser una barrera física y una forma de protección a la cara y los ojos contra una exposición accidental de salpicaduras de agentes patógenos contaminantes. Si bien no sustituye el empleo de las mascarillas, sí funciona como una medida adicional para evitar un mayor exposición al virus.

De acuerdo al documento técnico del Minsa sobre las recomendaciones del uso de los protectores faciales, aprobado bajo la Resolución Ministerial N° 447-2020, estos dispositivos también son útiles para evitar la dispersión de las gotas respiratorias provenientes de los pacientes infectados por el virus de la COVID-19.

A mediados de julio, un estudio científico, publicado en la revista The Lancet, en el cual se evaluó diversas investigaciones realizadas en torno a la exposición de virus, determinó que la protección ocular y el uso de máscaras faciales puede reducir una infección por coronavirus.

Manuel Espinoza, médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), ya había comentado a La República que el uso de los protectores faciales, junto al de las mascarillas, permiten disminuir los riesgos de una infección por el SARS-CoV-2, lo que agrega una mayor prevención ante la COVID-19.

Por ello, el uso de los protectores faciales es recomendable como una medida adicional a las ya expuestas y reglamentadas por las autoridades sanitarias: distanciamiento social, lavado constante de manos y uso de mascarillas.

De acuerdo a Mario Izquierdo, médico de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del Minsa, en conversación con La República, el uso de las caretas también es preferible para los lugares con poca ventilación y espacio físico reducido. Por ejemplo, mercados, centros comerciales, bancos y ambientes en donde pueda existir aglomeración.

MTC dispone el uso obligatorio de mascarillas y protectores faciales en el transporte público. Foto: Aldair Mejía / La República

Por otro lado, es importante mencionar que si bien puede ser efectiva como medida de prevención adicional, podría representar un problema cuando no existe un buen empleo del producto. Según el doctor Izquierdo, puede convertirse en un contaminante de la COVID-19.

“Si la manipulación es contraproducente, la gente no hace una higiene adecuada, (...) la está tocando a cada rato, (...) [o] no entiende que al entrar a un lugar debe mantenerse con la careta puesta y no estar quitándosela; estos aspectos pueden ser un problema porque se puede convertir en un artículo u objeto que finalmente lo que hace es trasmitir la enfermedad, un contaminante”, declaró.

Características técnicas para un protector facial

De acuerdo a la normativa del Minsa, basado en las normas del Instituto Nacional de Calidad - INACAL y de la Occupational Safety and Health Administration (OSHA), los protectores faciales deben tener las siguientes condiciones:

- Material: Polímero transparente y resistible

- Tamaño: 36 a 39 centímetros de ancho y 20 a 22 centímetros de largo

- Espesor: Mínimo de 0.3 milímetros

- Correa: Regulable

- Pantalla o visor: Transparente, ligero, resistente, seguro, no empañable y antiestático.

Recomendaciones en el uso de los protectores faciales

El Ministerio de Salud indica que el lavado de manos con agua y jabón debe ser una de las primeras acciones a realizar antes de colocarse la mascarilla y los protectores faciales. Además, estos serían los últimos elementos a colocar antes de salir de casa.

Es importante asegurar que su colocación esté fija, no incomode y permita una buena visibilización del ambiente, ya que esto evitará que las personas no estén llevando las manos a las caras.

En relación a la forma de limpieza, es recomendable usar agua y jabón para evitar empañaduras. Mario Izquierdo advierte que no es aconsejable el uso de alcohol, ya que se puede dañar la superficie de visibilidad. “Pasa que el alcohol tiene un efecto disolvente y el uso constante va a ir opacando el protector, lo va a deteriorar (...) y la persona al no poder ver correctamente, va a comenzar a cogerlo y se puede contagiar”, declaró para América.

Finalmente, el especialista del Minsa, agrega que es preferible, en la medida de las posibilidades, sumergir las caretas en una solución de agua con jabón y dejar remojar durante 10 a 15 minutos, una vez que se llega casa. Así, se asegura una limpieza profunda.