Lo que queda del grupo parlamentario Perú Libre, que ahora se quedó solo con una decena de integrantes, se ha propuesto obstaculizar el funcionamiento de la nueva Bancada Socialista. También pretenden bloquear la renuncia de la legisladora Margot Palacios. Este martes al mediodía, la Junta de Portavoces analizará ambos temas.
El pasado 5 de julio, la portavoz de Perú Libre, María Taipe, presentó un escrito ante la Oficialía Mayor del Congreso, donde solicita “la nulidad del registro de la Bancada Socialista”.
La nueva bancada se había conformado en la misma fecha y actualmente se encuentra vigente. Sus integrantes son seis: Pasión Dávila, Alex Flores, Alfredo Pariona, Wilson Quispe, Jaime Quito y Silvana Robles.
La razón que esgrime María Taipe es que la situación legal de los citados congresistas “no está definida”. Esto debido a que cuando algunos de los citados legisladores renunciaron a Perú Libre, la cúpula cerronista les fabricó un proceso de expulsión. El objetivo era impedirles que se incorporen a una nueva bancada.
María Taipe menciona en el documento enviado a la Oficialía que la Junta de Portavoces tiene un acuerdo del 2 de agosto del 2023, donde admiten una cuestión de orden para anular una bancada similar que habían creado varios de los renunciantes, “hasta que se defina la situación legal interior del grupo parlamentario Perú Libre”.
La congresista Silvana Robles, integrante de la Bancada Socialista, informó que existe una apelación contra dicho acuerdo de la Junta de Portavoces que nunca se revisó y está pendiente de atención.
La Junta de Portavoces también analizará este martes un caso similar, relacionado con la parlamentaria ayacuchana Margot Palacios.
La congresista renunció a la bancada Perú Libre el 31 de mayo a las diez de la mañana. Sin embargo, a la una de la tarde de aquel día dicho grupo parlamentario le comunicó que no aceptaban su renuncia y que le iniciaban un proceso disciplinario.
Paso un mes, y el 6 de julio recién la bancada le notificó con la resolución sobre el inicio del proceso disciplinario, según detalló Margot Palacios a La República.
De momento, la legisladora aún aparece como integrante de Perú Libre. Es decir, el cerronismo la mantiene en la bancada con el fin de concretar su expulsión y así evitar que pueda incorporarse a otro grupo parlamentario.
El partido Perú Libre llegó al Congreso con 37 integrantes y ahora solo quedan once. Pero Margot Palacios materialmente ya está fuera del grupo y, en consecuencia, solo quedan diez legisladores atados al cerronismo.
Como se recuerda, la mayoría fue renunciando por discordancias con el manejo de la bancada y por el juego en pared con el fujimorismo. Ahora solo se quedaron los más cercanos a Vladimir Cerrón.