El congresista Pasión Dávila (Bloque Magisterial) regresó al Parlamento tras cumplir 120 días de suspensión que le impuso el Pleno por agredir a su colega Juan Burgos (Avanza País) en medio de un debate por la destitución de Pedro Castillo, que perpetró un golpe de Estado.
En declaraciones para RPP, el legislador destacó que no se arrepiente de la agresión a Burgos, ya que asumió con responsabilidad la suspensión respetando las normas.
"Nunca me arrepentí. Asumí con responsabilidad los 120 días. Nunca pisé el Parlamento los 120 días. Hay que respetar las normas y las acciones como corresponden. Eso se llama disciplina", dijo Dávila.
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En esa crítica recordó que toda acción negativa tiene una reacción, pues momentos antes de la agresión, el congresista de Avanza País lo calificó de terroristas, violentista e incapaz
"Todos los días hay maltratos y ahí están las consecuencias. Eso no debe existir. Debemos respetarnos en todos los niveles. ¿Quién ha juzgado lo que dijo? ¿Alguien dijo eso? Nadie. O sea, ¿fui loco para agredir a alguien? Y eso también hay que igualar. Hay que ser igualitario. ¿Saben ustedes lo que me dijo? Me dijo terrorista, violentista, incapaz. ¿Eso lo vamos a soportar? No, pues", se denfendió.
Durante la entrevista, el legislador del Bloque Magisterial señaló que su acto fue una "acción simbólica" en el marco del debate. “Jamás en la vida va a pasar eso (de volver a golpear a un colega). Nosotros somos educadores, soy un educador, y, por consiguiente, siempre inculcamos los valores. Por tanto, eso, rechazo contundentemente, nunca va a volver a pasar, somos personas que dialogamos. Fue una acción, de repente, simbólica, puede ser así”, apuntó.