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Política

Mesías Guevara Amasifuén: “Estamos en un punto muerto donde hay una intransigencia de los dos extremos”

Mesías Guevara, Presidente de Acción Popular y exgobernador regional de Cajamarca, sostiene que la salida a la crisis política es la renuncia de Dina Boluarte y, además, asegura que el Congreso se encuentra "entrampado" por las conveniencias de la extrema derecha y la extrema izquierda.

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Constitución. Guevara alerta de que los congresistas realizan una mini asamblea constituyente. Foto: Antonio Melgarejo

Todo hace indicar que no habrá un consenso para adelantar las elecciones este año y que la presidenta Boluarte no renunciará.

—¿En estas circunstancias qué salida hay a la crisis política?

Lo que le hemos dicho a la presidenta de la República es que, ante la situación intransigente, indolente e irresponsable del Congreso de la República, a ella solamente le queda renunciar. El Comité Político tomó ese acuerdo hace unos días y emitimos un comunicado, el mismo que le hemos hecho llegar a la señora presidenta de la República.

—¿Qué le contestó?

Ella mencionó que hay bancadas que están pensando en el 2026. Le he manifestado que ese sería un grave error. Le he sugerido que tenga una lectura real de lo que está pasando a nivel nacional, que estamos fracturados, fragmentados, y que el Perú está manchado de sangre, y que tiene que escuchar al pueblo más que a quienes le dicen lo que ella quiere escuchar.

—¿Cree entonces que ni siquiera evaluará una posible renuncia?

No ha dicho nada de eso. Al parecer, ella se siente confiada, respaldada por el Congreso. Le he sugerido que debe ver su propia actuación más allá de lo que diga el Congreso.

—Gobernadores regionales, rectores de universidades públicas y diversos sectores de la población piden la renuncia de Boluarte. ¿No es suficiente para que lo tome en cuenta?

Debería tomarlo en cuenta no solo porque se lo piden diversas instituciones, sino porque simple y llanamente se le están agotando dos variables: por un lado, el tiempo, y, por otro, el grado de libertad de maniobrabilidad. Va a llegar un momento en que las fuerzas que la apoyan, cuando se vea rebalsada por el clamor popular, la van a dejar sola, y le pedirán que renuncie.

—Tal vez solo esperan que bajen las protestas…

A eso están apuntando. Yo le dije a la presidenta que a veces hay repliegues para dar un salto con más fuerza. La macronorte está despertando. Cajamarca está concentrado en el carnaval, pero, cuando pase, seguramente se va a sumar. Le dije a la presidenta que no se confíe, pues el reclamo seguirá latente, y eso no es bueno para la gobernabilidad.

—Estamos entrampados, como en un callejón sin salida…

Estamos entrampados, en un punto muerto donde lamentablemente hay una intransigencia de los dos extremos, la extrema derecha y la extrema izquierda. La extrema derecha está pensando en su “combo” de reformas, como la reelección congresal y la bicameralidad, en cómo aprobar una reelección solapada; y la extrema izquierda está pensando en su asamblea constituyente. Ambos, en este momento, son muy difíciles de concretar… Los extremos se han unido, y a uno de los extremos se ha unido la bancada de Acción Popular. El Comité Político del partido ha emitido un comunicado en el cual hemos deslindado públicamente del accionar de la bancada y de sus iniciativas parlamentarias; para nosotros, ellos están actuando lejos de la tradición política del partido.

—La bancada de Acción Popular emitió un pronunciamiento desconociendo su convocatoria, llamándolo expresidente, afirmando que no tiene cargo alguno…

En algo tienen razón, en el sentido de que nosotros no hemos ido a comprometer a la bancada. Ya lo hemos dicho en el comunicado del Comité Político: la bancada no nos representa, ni al partido ni a sus electores. Hemos ido a nombre del partido porque, para nosotros, la bancada es un brazo derecho aislado de la institucionalidad.

—Ellos indican que usted es expresidente…

El tema es que en este momento no tenemos secretario general inscrito porque el Jurado no lo ha reconocido, y para elegir a mi sucesor se tiene que realizar un congreso eleccionario en el que participen el Comité Ejecutivo Nacional y los Comités Ejecutivos Departamentales, que en este momento no existe, por lo cual no se puede convocar. Pero, para que los actuales congresistas sean elegidos, convoqué a plenarios para que el Comité Nacional Electoral apruebe el reglamento y se realicen las elecciones internas. Allí sí reconocían que era presidente, pero ahora no porque estamos en una situación confrontacional… Ahorita la disputa es en la secretaría general; y hemos recomendado al Comité Nacional Electoral que convoque a nueva elección para elegir al secretario general, el Comité Ejecutivo y todos los órganos del Perú, a fin de que se convoque a un congreso eleccionario para elegir a nuestros sucesores.

—La congresista Maricarmen Alva ha señalado que tiene cuatro pasajes al mes para ir a donde quiera sin dar explicaciones. ¿Es así?

Es una lectura equivocada. Es cierto que los congresistas tienen cuatro pasajes y pueden viajar a cualquier parte del Perú, porque el congresista representa a toda la nación, pero siempre tiene que dar cuenta, pues son pasajes oficiales y no para temas personales.

—¿No es incongruente que se opongan a un referéndum para cambiar la Constitución, cuando tienen más de 50 artículos que quieren cambiar?

La Comisión de Constitución se ha convertido en una mini asamblea constituyente. Están actuando de manera incoherente, porque por un lado dicen no al cambio de la Constitución, pero ellos modifican articulados de la Carta Magna a su libre albedrío.

—Eso, en la práctica, es aceptar que sí se necesita una nueva Constitución…

Claro, sí se necesita una nueva Constitución porque el contrato social ya se agotó. Nuestra Constitución no está preparada para hacer enmiendas, pero sí cambios constitucionales; pero lamentablemente este Congreso no lo quiere entender, y actúan bajo sus intereses personales y subalternos, pretendiendo cambiar el articulado de la Constitución en lo que a ellos les favorece, pero no más. El mensaje es que ellos son los únicos que pueden cambiar la Constitución, pero el pueblo no.