El exfiscal Víctor Cubas Villanueva comenta en la siguiente entrevista la detención del expremier César Villanueva, un caso en el que han estado envueltos hasta tres fiscales. También responde sobre la reciente decisión de archivar la investigación al ex fiscal de la Nación Pedro Chávarry.
En el caso del expremier César Villanueva, que derivó en su detención, se ha sabido que coordinaba su defensa con un fiscal superior y uno adjunto, de Lima norte. Encima, que se reunieron con un fiscal del equipo Lava Jato. ¿Le sorprende?
No. En el Ministerio Público y en el Poder Judicial siempre se han dado casos de corrupción, algunos de ellos derivados de presunto tráfico de influencias, de quererse aprovechar de las amistades para beneficiarse.
Entiendo que conoce al fiscal Alberto Rossel Alvarado. A él contactó Villanueva.
Yo conozco al doctor Rossel Alvarado. Mire, un equipo especial de investigación de un subsistema, como lavado de activos, es muy difícil de infiltrar. Le diría que, hasta cierto punto, encuentro ingenuidad en pensar que un fiscal superior podría influenciar a través de terceras personas en el resultado de una investigación.
¿Ingenuidad de parte de Villanueva?
De parte de Villanueva.
Debe haberse querido infiltrar antes al equipo especial.
Indudablemente. Debe haber habido varios intentos de infiltrar al equipo especial. Cuando se hacen investigaciones de casos complejos y mediáticos, siempre hay que tomar cuidados extremos en el manejo de la información. Si hay filtraciones, todo se puede venir abajo. Hay que tener mucho cuidado.
¿Qué le parece el trabajo del equipo especial?
Sumamente importante, con avances significativos, pese a las limitaciones.
¿Cuáles limitaciones?
Sobre todo, de carácter presupuestal. Hablo de limitaciones relacionadas con falta de apoyo logístico, la carencia de ambientes adecuados, falta de peritos y más. Y, pese a ello, hay resultados evidentes, con investigaciones importantes.
¿No es suficiente el apoyo del gobierno?
Nunca el apoyo del Ejecutivo es suficiente. Ayer leí que entrevistaban a la señora fiscal suprema encargada de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, y decía que, de un presupuesto solicitado de 500 millones, solo le dieron 30. No es ni el 10%. La bandera del Ejecutivo siempre es la de la lucha frontal contra la corrupción, pero no proporciona apoyo necesario.
El jueves se archivó la investigación contra el fiscal Pedro Chávarry, por pretender cambiar a los fiscales del equipo especial y por solicitar información de la colaboración eficaz de Odebrecht. ¿Qué le parece esto?
Me llama mucho la atención. Del conjunto de denuncias que le hicieron al fiscal Chávarry, solo se aprobó que fuese procesado por este caso. Eso se trató en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, luego pasó a la Comisión Permanente, que lo trasladó al Pleno. De ahí, se formalizó la denuncia, el juez de investigación preparatoria convocó a una audiencia de imputación de cargos, ¿y nunca se dieron cuenta de que no había delito? ¿En qué país vivimos? Solo cuando se solicitó una medida cautelar de suspensión preventiva de derechos, sale la resolución y el caso se archiva.
¿Se quiere proteger a Chávarry?
Claro que sí. Y eso va asociado con un contexto general, ¿no? Con la libertad de la señora Fujimori. Lo que ocurre es que, casi siempre, la lucha contra la corrupción planificada en los primeros niveles termina sepultada en las últimas instancias.
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Donde hay más poder.
En niveles en donde la decisión no es posible impugnarla.
Mencionó el caso de la liberación de Keiko Fujimori. Hoy debe conocerse el fallo. ¿Considera que ha habido una vulneración a sus derechos?
No hay vulneración, y por una sencilla razón. La prisión preventiva, que es el origen de todos los reclamos, se ha debatido en una audiencia larguísima, en donde los fiscales han expuesto sus posiciones y los abogados sus argumentos de defensa. Han intervenido además un juez de primera instancia, tres jueces de segunda instancia y seis jueces supremos. Para el Tribunal Constitucional es muy fácil decir que no hay suficiente motivación, pero, en mi concepto, volvemos al punto anterior: las personas con poder social y político y capacidad de presión consiguen diversos favores.