Por: Ángel Páez
En la Declaración Jurada de Datos Personales, que los empleados del Congreso de la República deben suscribir regularmente, Stefanie Kristell Díaz Quiroz declaró que no afrontaba ningún impedimento para laborar en el Legislativo. Específicamente, en aplicación de la Ley N° 26771 contra el nepotismo, se le interrogó si tenía “vínculos de parentesco consanguíneo en línea recta o colateral hasta el 4° grado de afinidad o de afinidad hasta el 2° grado, o vínculo matrimonial, con algún congresista o funcionario del Congreso de la República”. En las declaraciones que firmó el 18 de agosto y el 31 de octubre de 2017, Stefanie Kristell Díaz Quiroz respondió que no. En esa fecha, sin embargo, mantenía una relación con el congresista fujimorista Federico Pariona Galindo y había procreado a una niña.
Haber ocultado información en un documento oficial como la Declaración Jurada de Datos Personales del Congreso, tipificaría como falsedad, de acuerdo con el artículo 411° del Código Penal. Se configura en dicho delito cuando “el que, en un procedimiento administrativo, hace una falsa declaración en relación a hechos o circunstancias que le corresponde probar, violando la presunción de veracidad establecida por ley”.
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Incluso aplicaría el artículo 438°, que indica: “El que (...) comete falsedad simulando, suponiendo, alterando la verdad intencionalmente y con perjuicio de terceros, por palabras, hechos, o usurpando nombre, calidad o empleo que no le corresponde, suponiendo viva a una persona fallecida o que no ha existido, o viceversa”.
La pareja compuesta por Federico Pariona y Stefanie Díaz publicitan su relación en las redes sociales, por lo que llama la atención que declarase no mantener vínculo con ningún congresista. Ella sabía que si consignaba que era conviviente de Federico Pariona, no estaba permitida de trabajar en el Congreso.
Fuentes del Congreso informaron que Stefanie Kristell Díaz Quiroz, después de trabajar en el despacho de quien luego sería su esposo -se casó con Federico Pariona el 28 de diciembre de 2018, según su oficina-, cumplió funciones al servicio de otros legisladores de Fuerza Popular. Ellos conocían perfectamente que Díaz era la pareja de su compañero de bancada, Federico Pariona. Sin embargo, como puede apreciarse en el recuadro, después de dejar el despacho de Pariona, laboró para los congresistas fujimoristas Segundo Tapia Bernal y Maritza García Jiménez.
La República contactó con la oficina del legislador Pariona, pero no atendió a una entrevista porque se encontraba con pobladores de la comunidad Parijaro (Satipo, Junín).
También Pablo Díaz Quiroz, cuñado de Federico Pariona, consiguió trabajo en el Congreso entre 2018 y 2019, no obstante el vínculo familiar con Pariona. Estuvo a las órdenes del presidente de la Comisión de Defensa del Consumidor, el fujimorista Miguel Elías Ávalos.
Una de las razones por las que los congresistas fujimoristas acogieron en sus oficinas o en las comisiones que presidían a la pareja de Federico Pariona, sería que ellos hacían lo mismo.
En efecto, Federico Pariona contrató al sobrino de Segundo Tapia, José Luis Pérez Tapia. Y el congresista Elard Melgar Valdez reclutó a la sobrina de Tapia, Ana Rosa Pérez Tapia.
Ella empezó en la oficina del fujimorista Modesto Figueroa y en 2018 y 2019 laboró a las órdenes de Elard Melgar. Esta práctica se ha normalizado entre los fujimoristas. Por ejemplo, la sobrina de Melgar, Giuliana Melgar Choy, trabajó en dos ocasiones para Segundo Tapia, en 2016 y 2018.
Es improbable que en las contrataciones haya primado la capacidad profesional de los familiares de los congresistas. Lo que primó fue que, además de los vínculos de familia, fueran ardientemente fujimoristas. En la cuenta personal de Stefanie Kristell Díaz Quiroz hay varios mensajes contra los fiscales del Equipo Especial Lava Jato, a los que cuestiona porque supuestamente sus investigaciones son politizadas para perjudicar a la excandidata presidencial Keiko Fujimori.
El artículo 1° de la Ley 26771 contra el nepotismo, modificada por la Ley 30294, señala con claridad: “Los funcionarios, directivos y servidores públicos, y/o personal de confianza de las entidades y reparticiones públicas conformantes del Sector Público Nacional, así como de las empresas del Estado, que gozan de la facultad de nombramiento y contratación de personal, o tengan injerencia directa o indirecta en el proceso de selección, se encuentran prohibidos de nombrar, contratar o inducir a otro a hacerlo en su entidad respecto a sus parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad, por razón de matrimonio, unión de hecho o convivencia”. Aplica en todos los casos mencionados.
La vocera de Fuerza Popular, Milagros Salazar De La Torre, atribuyó la información sobre la contratación en el Congreso de los parientes de legisladores fujimoristas, a un intento de desacreditar al legislador Segundo Tapia en represalia porque va a investigar al presidente Martín Vizcarra y a su hermano.
“Qué casualidad que cuando él (Tapia) quiere iniciar la investigación a los Vizcarra, sale esta denuncia direccionada”, dijo. Un sobrino de Milagros Salazar, Ezra Meléndez Salazar, fue contratado por el fujimorista Carlos Ticlla Rafael.
En agosto y octubre de 2017, Stefanie Díaz Quiroz declaró con su firma que no sostenía vínculos con congresistas, cuando era conocida su relación con Federico Pariona.
Segundo pariona
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