(*) Por Juan Ignacio Camet, bitcoiner
Trump ha propuesto la creación de una reserva federal de Bitcoin en Estados Unidos, similar a la que el gobierno mantiene en oro. Este plan incluye no solo la acumulación de Bitcoin, sino también el fomento de la minería de Bitcoin en el país, con el objetivo de que la mayor cantidad de Bitcoin restante se produzca en territorio estadounidense.
Aunque esta última intención parece irrealizable debido a la naturaleza descentralizada de la minería de Bitcoin, el gobierno federal sí podría respaldar la compra de Bitcoin mediante la emisión de dinero desde el banco federal, lo cual tendría un impacto significativo en el tipo de cambio, generando una mayor escalada en su valor mientras el sistema fiduciario continúa siendo desplazado.
Donald Trump también podría eliminar los impuestos al Bitcoin, de la misma manera que ha propuesto hacerlo para las propinas, porque, al fin y al cabo, el Bitcoin es dinero y al dinero no se le deben aplicar impuestos.
Actualmente, tras la confirmación de la victoria de Trump, Bitcoin ha alcanzado un nuevo máximo histórico, superando los 76,460 dólares, lo que representa un aumento de casi el 10 % en medio día, luego de confirmados los resultados de las elecciones en Estados Unidos.
En la conferencia de Bitcoin en Nashville en julio, Trump expresó su visión sobre Bitcoin, destacando que esta tecnología podría asegurar la estabilidad económica a largo plazo y reducir la dependencia del dólar en un entorno financiero global cada vez más inflacionario, siendo también la estrategia más efectiva para hacer irrelevantes a las naciones que se unieron al BRICS.
Cynthia Lummis, senadora por Wyoming, quien presentó el proyecto de ley que establece el programa de compra de Bitcoin para el Tesoro de Estados Unidos, confirmó luego de que Trump ganó las elecciones que Estados Unidos tendrá una reserva federal de Bitcoin.
Queda claro que Estados Unidos busca ser la última potencia mundial antes de adoptar la separación del dinero de los estados.