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Opinión

Maduro amenaza, Brasil tiembla (¡já!), por Mirko Lauer

 Una cuestión de fondo es que los resultados de las pasadas elecciones en Venezuela siguen siendo inaceptables para buena parte de la opinión pública mundial.

larepublica.pe
Mirko Lauer

“O nos respeta, o haremos que nos respete”. La frase es de Nicolás Maduro y está dirigida al gobierno de Brasil. El dictador está furioso porque Lula ha vetado el ingreso de la Venezuela chavista al club BRICS, por el fraude electoral que ella sigue arrastrando, como un espectacular rabo de paja político.
Estamos ante la furia que viene de la humillación. Maduro pensaba que ya le había impuesto al mundo su trafa electoral, cuando de pronto Lula le hizo ver que hoy el de Caracas es un gobierno de segunda. Todo eso delante de Vladimir Putin, el santo patrono de los dictadores y falsos demócratas en el mundo, y de los demás países del club.

La segunda parte del exabrupto de Maduro mueve a la curiosidad. ¿Cómo le piensa torcer Caracas el brazo a Lula? ¿Enviándole millones de los venezolanos pauperizados que fabrica? Después de una frase así lo menos que se espera es un corte de relaciones diplomáticas. De otro modo será otro caso de Bravatas Maduro S.A.

Una cuestión de fondo es que los resultados de las pasadas elecciones en Venezuela siguen siendo inaceptables para buena parte de la opinión pública mundial. Brasil se los ha dicho con todas sus letras, y eso ha enfurecido al aparente jefe de la mafia. Perder el ingreso a BRICS con motivo del fraude es particularmente vergonzoso.

Aunque a simple vista a los compinches que aparecen en las fotos no parece preocuparles tanto. El negocio del petróleo sigue adelante, abundante y saqueable. Hay un sinvergüenzismo en las alturas al que no le entran balas. Cuando su desprestigio crece, Maduro simplemente lanza la versión de un nuevo complot para asesinarlo.

Pero dejemos a Brasilia temblando de miedo ante Caracas, y pasemos a felicitar a Javier González Olaechea (ya lo hicimos en su momento), a quien la comunidad venezolana refugiada en el Perú acaba de rendir homenaje por su actuación en la OEA cuando entró a ser debatido el fraude chavista. En verdad estaba predicando en el desierto.

¿Son olvidados los grandes fraudes electorales? Suelen ser cosas que se demuestran o se descartan con pruebas. El de Maduro está vivito y coleando, ayudado por la respiración artificial de gobiernos pusilánimes o lauchas, interesados en el crudo de Venezuela. Se aprovechan de un gobierno que no respetan.